Por Ángeles Cruz Martínez
Los abortos inseguros y los que no se realizan debido a leyes restrictivas amenazan la vida de las mujeres. Cada año se practican alrededor de 4.4 millones de interrupciones de embarazos en América Latina, de las cuales, 98 por ciento carece de condiciones mínimas de higiene y seguridad.
El embarazo pone en riesgo la salud y la vida de la joven de 22 años, y aunque el producto no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir, la Corte Suprema de Justicia de El Salvador le niega la posibilidad de acceder a un aborto terapéutico.
El tema llegó a esta ciudad, donde se realiza la tercera Conferencia Global de Women Deliver. Activistas latinoamericanas señalaron que casos como el de Beatriz dan cuenta de las desigualdades que todavía afectan al sector.
La conferencia concluyó con la determinación de mirar más allá de 2015 –año fijado por el mundo para revisar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)–, a fin de mantener la mira puesta en asegurar a las mujeres las mejores condiciones de vida posibles.
Ministros de Salud, líderes políticos y organizaciones civiles también resaltaron la importancia de que la agenda de las naciones mantenga la atención en la salud sexual y reproductiva y se incorporen las necesidades de adolescentes y adultos menores de 30 años.
En la última sesión plenaria, Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de Naciones Unidas, dirigió un videomensaje, en el cual resaltó que faltan menos de mil días para que se cumpla el plazo fijado para los ODM. "Es momento de acelerar el ritmo", a fin de mejorar el acceso de las mujeres a los métodos de planificación familiar, garantizar servicios de salud de calidad y abatir la mortalidad materna. "Debemos estar seguros de que los derechos sexuales y reproductivos están en el centro". Esto es lo más inteligente y se puede hacer en beneficio del futuro de la humanidad, señaló.
La lucha del sector femenino por estos temas ya es larga y hay logros, sobre todo a partir de los acuerdos de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo (1994).
Sin embargo, Helen Clark, directora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), resaltó que la persistente desigualdad es obstáculo para el progreso de las naciones. Señaló que en el actual proceso de consultas que realizan expertos para el diseño de la agenda posterior a 2015, es fundamental que los temas de salud de las mujeres estén en el centro y que las nuevas metas también incluyan la eliminación de la violencia en contra de este sector.
A lo largo de los años de lucha de las mujeres se han sumado nuevos actores, como la princesa Mary, de Dinamarca, quien planteó que los temas económicos y del cambio climático son relevantes para el desarrollo global, pero sin la certeza sobre la salud sexual y reproductiva, están incompletos, y el ejercicio de derechos en esta materia incluye la interrupción legal del embarazo, apuntó.
La organización civil Ipas presentó en conferencia los resultados de la investigación realizada entre 2011 y 2013 sobre las leyes que criminalizan a quienes abortan en Bolivia, Brasil y Argentina. El estudio concluye que políticas de este tipo violan la autonomía reproductiva de las mujeres, las ponen en riesgo de ir a prisión y obliga a los prestadores de servicios de salud a incurrir en prácticas alejadas de la ética profesional, pues ellos mismos denuncian a sus pacientes ante las autoridades.
Fuente: La Jornada
Tomado de: Mujeres cubanas
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