Franco no se detuvo en la victoria militar sobre los ciudadanos fieles a
la República. Tras el fin de la guerra, impuso todo un entramado
destinado a borrar de la sociedad y de la propia memoria de los
afectados toda huella de sus ideales de libertad y democracia y
revolución social. La represión ofrecía pocas alternativas: cárcel,
muerte, exilio o silencio. Existe una deuda con las familias que
sufrieron la represión franquista, que también es deuda con nuestra
propia historia.
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