“Se realiza este reconocimiento del Estado en el marco de una política pública que honra la memoria de víctimas del terrorismo y uso ilegítimo de poder del Estado”, dijo el presidente de la Comisión de Reparación, Nicolás Pons, al instalar una placa en la escuela donde trabajó la maestra Elena Quinteros, asesinada por la dictadura hace 40 años. “Se trata de construir un espacio de promoción de derechos humanos”, aseveró.
La comisión especial creada por la
Ley 18.596, integrada por los ministerios de
Educación y Cultura, de Salud Pública y de Economía y Finanzas, Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y por Crysol, la asociación de expresos políticos de Uruguay, colocó una placa conmemorativa en la escuela Nº 195 “Dr. Carlos María Pena”, de Pando, Canelones, en la que trabajó la maestra Elena Quinteros, secuestrada y asesinada por la dictadura en 1976.
El acto se realizó el lunes 1º en el marco de lo dispuesto por los artículos 7 y 8 de la Ley 18.596 de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas de la Actuación Ilegítima del Estado entre el 13 de junio de 1968 y el 28 de febrero de 1985.
Además de Pons, se expresaron en la ceremonia la representante del Sindicato de Maestros de Canelones, Adriana Espantoso, y el consejero de Educación Inicial y Primaria, Pablo Caggiani.
También participaron, entre otras autoridades, la subsecretaria de Educación y Cultura, Edith Moraes, el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, y el alcalde de Pando, Alcides Pérez.
Pons destacó la importancia de este homenaje, realizado en el local educativo donde Quinteros ejerció la docencia entre 1969 y 1975, en coincidencia con el Día del Docente Detenido Desaparecido.
Añadió que “a la luz de las arbitrariedades cometidas en aquella época se realiza el reconocimiento del Estado uruguayo, en el marco de una política pública que promueve acciones simbólicas tendientes a honrar la memoria histórica de las víctimas del terrorismo y el uso ilegítimo del poder por parte del Estado”.
“Se trata de construir un espacio educativo donde los derechos humanos sea respetados, protegidos, promovidos y garantizados”, aseveró.
Se busca “generar mecanismos de conciencia para la no repetición de sucesos atroces como los acontecidos en la última dictadura”, abundó.
Pons repasó la historia de Elena Quinteros y, en particular, su secuestro a manos de fuerzas de seguridad de la dictadura el 28 de junio de 1976, cuando tenía 31 años, desde el interior de la sede de la Embajada de Venezuela, a donde había ingresado en busca de asilo. La ley internacional la protegía, por ser considerada la locación territorio soberano de ese país.
Según testimonios de detenidos, fue llevada al Batallón de Infantería Nº 13, sometida a torturas salvajes y ejecutada. Su cuerpo continúa desaparecido.
“Condenamos con absoluta firmeza el crimen perpetrado contra ella y por lo tanto cometido contra todo Uruguay”, enfatizó Pons.
Por su parte, la maestra Espantoso destacó que Quinteros “se comprometió con la escuela pública y la lucha por una educación de calidad para todos”. “Entregó con compromiso todo lo que tenía para dar”, subrayó.
Valoró la importancia de esta placa, porque “la historia no puede ser una simple narración, debe ser constructora de ciudadanía para formar sujetos autónomos, críticos y responsables”.
La maestra agregó que la institución “tiene la responsabilidad de educar a los alumnos para ser ciudadanos activos y generadores de opinión y conciencia para tomar decisiones libremente”.
“Debemos formar ciudadanos educados para la paz”, recalcó al tiempo que enfatizó: “¡Nunca más terrorismo de Estado!”
Caggiani, a su vez, destacó que “la escuela pública es el lugar donde se forma la mayoría de los niños del país y está definido que se debe trabajar en clave de derechos humanos lo que ha sucedido en la historia reciente”. Agregó que es importante para “no repetir horrores”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario