Susana Andrade: “Soy mujer, negra, macumbera y además pobre” ENTREVISTA CON LA DIPUTADA SUPLENTE E INTEGRANTE DE LA COMISIÓN CONTRA EL RACISMO, LA DISCRIMINACIÓN Y LA XENOFOBIA
La diputada (s) Susana Andrade de la Lista 711, integrante de la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Discriminación y la Xenofobia expresó que el racismo no es problema de negros, sino de toda la sociedad, y que se intenta que haya oportunidades e igualdad de derechos.
¿Cómo ve el tema de la discriminación hoy día en Uruguay?
La dificultad radica en que, por más que tengamos muchas leyes, la cultura no cambia de un día para el otro, el sentimiento y el pensamiento de la gente no se cambia por decreto ni por leyes. Por eso es muy difícil el cambio. Los gobiernos progresistas han logrado muchos avances en políticas sociales y legislación, como la llamada Ley de Cuotas Afro Nº 19.122, y se ha trasversalizado en muchos organismos públicos el tema de la equidad racial, además del de género. Pero el cambio cultural es siempre muy lento. Es un tema que debemos tener presente todos los días y pacíficamente batallar en cada uno de los espacios sin pausa.
¿Cómo se logra que el mensaje se comprenda y asimile?
Hay muchas reparticiones de nuestro gobierno que han tomado el tema para que las leyes se hagan realidad en el día a día. Hace poco en Palermo, -barrio emblemático negro- se instaló una clínica de Afrosalud para atender patologías propias, y ese tipo de acciones son las que llevan a la gente una realidad que no es visible aunque se viva. Las personas están acostumbradas a un racismo estructural, a una discriminación y desventaja social que viene históricamente desde la colonización en América.
El racismo no es problema de negros, es de toda la sociedad y estamos intentando que la sociedad sea inclusiva, que haya oportunidades e igualdad de derechos. No es fácil pero se está intentando, por ejemplo, con cupos laborales, con difusión, aunque a veces los grandes medios no toman en profundidad estos temas.
Hoy contamos con la Ley de Medios, creo que esos minutos se deberían usar también para temas de interés social y que la gente se empodere de ellos.
La escuela como institución madre, ¿tiene conciencia del problema?
Es muy difícil, porque los programas no tienen la obligación de hacerlo, y a pesar de que se está capacitando a los docentes en inclusión, en igualdad, en derechos, algo se está logrando. Sin embargo, por ley no puede obligar a la educación a tomar estos temas. Y detrás de este trabajo, siempre está la sociedad civil pujando por lograr la equidad de derechos para todos.
Es usted una vocera activa, ¿faltan más?
Soy negra, mujer, macumbera y pobre -ahora se dice interseccionalidad cuando una persona acumula varios estereotipos- pero como digo siempre no me victimizo. Vivimos una colonización, con vencidos y vencedores, y la historia de los vencidos no se contó. Nos enseñaron que hay una sociedad hegemónica y que los otros actores han tenido que obedecer, y con una cultura dominante es muy difícil lograr derechos.
La cultura afro también la integran sus cultos, los que sirvieron de resistencia durante la diáspora esclavista y les permitió por medio de la fe conservar su cultura y su identidad, que hoy estamos tratando de reivindicar como parte de nuestras raíces y de nuestra nación.
No estamos hablando de algo descolgado, sino que cuando llegaron los europeos, -ya estaba el indígena- y ellos colonizaron y trajeron forzadamente a las poblaciones africanas. Esas poblaciones fueron quedando reducidas y obligadas a realizar los trabajos más duros, y mal remunerados. Los negros quedamos en esa subcultura, en esa subordinación y hoy día también somos población con problemas laborales, sociales, educativos, nuestros jóvenes desertan antes que los blancos de la educación. Hay un cúmulo de desventajas raciales que llevan a nuestros gobiernos a que por medio de acciones traten de equiparar en algo esas desventajas.
Cuando se crea la umbanda en Brasil en 1908 por la población esclavizada se dice que es una religión que hablará a los humildes, porque las religiones elitistas, principalmente la católica cristiana los expulsaban. Al negro africano no se le permitía ingresar a las iglesias porque su presencia, su olor molestaba, y eran prohibidos de profesar su fe y su cultura bajo pena de muerte. Aún así sobrevivió esa cultura y fue disfrazada de ritos cristianos católicos ya que eran los únicos espacios de libertad. Por ejemplo: el candombe o la zamba brasilera son danzas profanas que escondieron los rituales animistas africanos. Era la única manera de recrear el culto a la Naturaleza que es la esencia de nuestra religión, y además, somos monoteístas.
Nuestro mensaje hoy es aprendamos a convivir, porque como en el pasado, hoy los flujos migratorios son incesantes. Uruguay tiene un desafío muy grande que refiere a cómo acoge a esos inmigrantes que vienen de países caribeños con ascendencia africana también.
La religión afroumbandista da cabida a las personas trans…
Es cierto, la umbanda es una religión que acoge a los desclasados, a los desplazados. Hay un fenómeno muy particular en nuestro país, y es que la religión afro entró desde Brasil y fueron justamente personas homosexuales quienes la llevaron a todo el país, porque trabajaban en teatro y llevaron consigo su fe y sus conocimientos religiosos. Tenemos mucho que agradecerles a estas personas que pregonan sus creencias con tanta armonía y naturalidad.
Tiene un lugar muy especial la ley que se está tratando. Quiero resaltar el hecho de que muchas veces se habla de la Iglesia, pero queremos hacer notar que hay una diversidad de cultos en nuestra sociedad y que también bregan por una convivencia entre todos.
Hay un conservadurismo ideológico, que trasciende los colores políticos, por suerte no en el FA que pregona esta agenda de derechos. Creo que los fundamentalismos no caben en el Parlamento y nuestra democracia pregona otra cosa. Fuimos elegidos no por nuestra fe religiosa sino porque estábamos en una lista política con un programa a llevar adelante. Quien se salga de este ámbito el propio sistema democrático lo pondrá en su lugar.
Mes de la Afrodescendencia
Julio es el mes de la Afrodescendencia y el Mides organiza y habilita la realización de actividades especiales. “Se realizan actividades de nuestras mujeres afro, por mujer, por negra. Resiliencia africana rescata las acciones y el empoderamiento de esas discriminaciones como armas de lucha, para hacer notar las dificultades que tenemos en el acceso al trabajo y a la misma sociedad. Las mujeres reivindican sus derechos y cuando son negras aún sufren más discriminación.
Personalmente recuerdo situaciones en la escuela, porque la mayoría blanca te hace sentir diferente. Siendo grande ya empecé en esta lucha”, agregó la legisladora.
La umbanda
Sobre la religión que profesa, Andrade destacó que generalmente es asociada a la maldad, brujería. “Nos preguntan sos de los que hacen el mal o el bien. Pero no se lo preguntan a un cura o a un adventista. Eso no se percibe porque está naturalizado, es un odio racial, las discriminaciones solapadas, que son las más difíciles de detectar, son asumidas y son cotidianas. Porque no somos parecidos al cristianismo. Somos tradición oral. Porque la educación fue diezmada tal vez, no se les permitió acceder a la educación para dominar por la ignorancia”.
Finalmente mencionó como un “momento complicado” el que vive la Lista 711, a la que pertenece.
“Estaremos a lo que decida la Justicia, evaluaremos los pasos a seguir. Nuestro FA no tiene asegurado un 4º gobierno, y creo que no puede darse el lujo de prescindir de nadie, y los 160 mil votos aportados por el liderazgo de Sendic deben pesar. Nos regimos por un programa, hay mucho por hacer y la sociedad nos necesita trabajando a todos, y a mí apoyando a Raúl Sendic.
FUENTE LA REPUBLICA DIARIO
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