Contaminar el medio ambiente y pagar una indulgencia para compensar ese impacto negativo es una de las fórmulas inventadas para exculpar a las grandes transnacionales y a los países más contaminantes. Un reciente artículo de la Revista Science demuele, nuevamente, el sistema de compensaciones de CO2, convertido ya en un fructífero negociado “ambiental”.
El clima sigue calentándose de forma excesiva. El actual verano del hemisferio norte lo evidenció nuevamente. Canículas, sequías prolongadas, aumento de la desertificación, incendios devastadores, son solo algunas de las facetas de esta realidad preocupante.
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