El dinero anida en el corazón de la sociedad, es decir, habita, mediatiza y condiciona las relaciones entre las personas. Ya lo escribió Belén Gopegui en La conquista del aire, en cuyo prólogo ella misma acotó lo siguiente: “Esta novela plantea la posibilidad de que el dinero anide hoy en la conciencia moral del sujeto”. De hecho, antes de que empecemos a leer la historia en sí, Gopegui nos explica que el narrador que ha elegido se plantea hasta qué punto el dinero “empaña la hipotética libertad del sujeto”. Estábamos entonces en 1998, existía aún la peseta y poco imaginábamos que, veinticinco años después, saldría más barato dar servicio a los casi cien mil habitantes de Lugo que comprar un futbolista de los que copan las portadas y tertulias.
Medicamentos y capitalismo: un cóctel perjudicial para la salud
Varios libros coinciden en denunciar, por distintas vías, los oscuros intereses de la industria farmacéutica
El dinero anida en el corazón de la sociedad, es decir, habita, mediatiza y condiciona las relaciones entre las personas. Ya lo escribió Belén Gopegui en La conquista del aire, en cuyo prólogo ella misma acotó lo siguiente: “Esta novela plantea la posibilidad de que el dinero anide hoy en la conciencia moral del sujeto”. De hecho, antes de que empecemos a leer la historia en sí, Gopegui nos explica que el narrador que ha elegido se plantea hasta qué punto el dinero “empaña la hipotética libertad del sujeto”. Estábamos entonces en 1998, existía aún la peseta y poco imaginábamos que, veinticinco años después, saldría más barato dar servicio a los casi cien mil habitantes de Lugo que comprar un futbolista de los que copan las portadas y tertulias.
El dinero anida en el corazón de la sociedad, es decir, habita, mediatiza y condiciona las relaciones entre las personas. Ya lo escribió Belén Gopegui en La conquista del aire, en cuyo prólogo ella misma acotó lo siguiente: “Esta novela plantea la posibilidad de que el dinero anide hoy en la conciencia moral del sujeto”. De hecho, antes de que empecemos a leer la historia en sí, Gopegui nos explica que el narrador que ha elegido se plantea hasta qué punto el dinero “empaña la hipotética libertad del sujeto”. Estábamos entonces en 1998, existía aún la peseta y poco imaginábamos que, veinticinco años después, saldría más barato dar servicio a los casi cien mil habitantes de Lugo que comprar un futbolista de los que copan las portadas y tertulias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario