Javier Milei se autoconvenció que debía convertirse en un verdadero líder de la ultraderecha internacional, y creyó que la forma más directa de lograr destacarse y asentar su arraigo político era crear conflictos a través de excesos de verborragia destructiva, que presagia una saga de choques que comenzó en Latinoamérica, siguió en España y… ¿Lo seguirán tolerando?
A este producto espurio tomado por el establishment hay quienes lo tildan de delirante, porque está embarcado en el sueño (pesadilla para la mayoría) de que convertirse en líder de una ultraderecha internacional
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