El gobierno de las Medidas de Seguridad



"RESPONDER A LA FUERZA, CON LA FUERZA"




Por Luis Casal Beck


“(Jorge) Pacheco Areco gobernaría por casi cuatro años bajo la vigencia de Medidas Prontas de Seguridad, aplicando un régimen de excepción, con un entendimiento desaforado y anticonstitucional de sus alcances, en un doble sentido: su aplicación a diversas materias y ámbitos que nada tenían que ver con su naturaleza y objeto (ámbito de aplicación), y su eternización en el tiempo, de modo que un régimen de excepción, concebido como una solución de emergencia y de carácter transitorio, fue convertido en un estatuto permanente para la convivencia (dimensión temporal).





Un tercer aspecto, de inmensa gravedad, fue el mantenimiento del régimen de excepción, allí donde el ordenamiento constitucional está declarando su caducidad, en virtud del levantamiento de las Medidas de Seguridad por el Parlamento que, conforme a la Constitución, es el dueño de las mismas.


El presidente desoyó y desacató la decisión del Parlamento, manteniendo su vigencia y generano un conflicto de poderes que llegó, incluso, a abrirle juicio político por la Cámara de Representantes, por violaciones reiteradas a la Constitución (1971).


Veamos sucintamente la cronología de este desentendimiento de poderes:
13/6/1968: Poder Ejecutivo establece Medidas de Seguridad.



15/3/1969: Parlamento las levanta.


24/6/1969: Poder Ejecutivo vuelve a imponerlas.


marzo/1970: Comisión Permanente del Poder Legislativo las levanta. Desacato del Poder Ejecutivo que mantiene su vigencia.


14/7/1971: Levantamiento de las Medidas por la Asamblea General en pleno.


15/7/1971: El Poder Ejecutivo reimplanta las medidas recién derogadas.


(“¿Cómo hacer presidente a un candidato sin votos. Las elecciones protestadas de 1971 y la operación reeleccionista”, Daniel J Corbo, Planeta, 2009)


“Responder a la fuerza, con la fuerza”


Mi gobierno, como representante y defensor de la organización jurídica de la sociedad uruguaya, cumplirá con el deber de ejercer la autoridad, con la dureza y la energía que las circunstancias impongan para garantizar las libertades amenazadas.


Defenderemos la libertad de vivir en paz y en el orden, y liberaremos a los ciudadanos de los intentos de paralizar los servicios esenciales del país, que pueden constituir incluso una amenaza a la vida misma de cada uruguayo.


Hemos tomado las providencias necesarias para poner bajo jurisdicción militar (los) servicios esenciales.


Hemos llamado bajo bandera a los retirados militares para aumentar los cuadros de las Fuerzas Armadas y hemos dispuesto los traslados de tropa necesarias, para suministrar los esfuerzos cuando se requieran.


Aplicaremos todo el peso de la ley militar para sancionar a los malos uruguayos, y deportaremos de acuerdo a la ley, a los agitadores extranjeros.


Es la hora de la movilización espontánea. Es la hora de la acción y del coraje de todos los uruguayos. A ellos apelo y en ellos confío.


No solo los que atacan el orden son nuestros enemigos.


Los desertores y los indiferentes, también lo son.


Gabinete empresarial y violencia pública


“El mes de mayo de 1968, fecha en que asume funciones ministeriales un grupo de poderosos empresarios, puede ser considerado como punto de partida del nuevo modelo. El “gabinete ministerial”, venía a sustituir a un elenco político tradicional.


El 13 de junio (de ese año) el Poder Ejecutivo decreta Medidas Prontas de Seguridad que regirán en forma casi permanente hasta 1972. Ante la previsibilidad del conflicto que provocaría la nueva política económica, era preciso contar con el instrumento adecuado para prevenirlos y reprimirlos.


(El 28 de junio) se decreta la congelación de precios y salarios, que servía de sustento al proyecto estabilizador que, fiel a los lineamientos del FMI, apuntaba a la contención salarial, el mantenimiento del tipo de cambio y el control directo por el Estado, de casi todos los precios.


(la congelación salarial) desató una vasta movilización popular, protagonizada por el movimiento sindical y los estudiantes, que fue violentamente reprimida por la policía. Se iniciaba así, un período de intensa agitación social que se prolongaría casi sin interrupciones hasta la etapa pre-electoral de 1971.


(En esa coyuntura) perdieron la vida el obrero municipal Arturo Recalde, y varios estudiantes (Liber Arce, Susana Pintos, Hugo de los Santos, Julio Spósito, Heber Nieto), y, ante los permanentes conflictos laborales, numersos gremios fueron militarizados.


Mientras tanto, el Poder Ejecutivo gobernaba por decreto sustentado en la vigencia casi permanente de las Medidas de Seguridad, y en el desconocimiento de las escasas resoluciones legislativas emanadas de un Parlamento que exhibía un progresivo y alarmante debilitamiento.


Desde el 13 de junio de 1968, fecha en que fueron implantadas las Medidas de Serguridad hasta el 15 de marzo de 1969, la Asamblea General fue citada 83 veces consecutivas, sin lograr nunca el quórum para sesionar. Era la “política de los cuartos intermedios”, y (Carlos) Quijano (director de “Marcha”), comentaba: “los legisladores han eludido el pronunciamiento, y la omisión es mucho mas grave que la aprobación”.


(“El derrumbe de la Suiza de América”, “El pachequismo y el golpe militar”, Milita Alfaro, “Bases de la historia uruguaya”, Nº 8, dirigida por Milton Schinca., 1985).


FUENTES LA REPUBLICA . COM.UY

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