ESTELA DE CARLOTTO HABLA SOBRE LAS CONDENAS A NUEVE REPRESORES POR EL ROBO DE NIÑOS
“Ellos no miran a los ojos”
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo destaca que se diera por probado que las apropiaciones de niños fueron una práctica sistemática. Señala que se “decepcionó” con el monto de algunas penas. Sus impresiones sobre el juicio, los represores y el caso de su hija.
Por Victoria Ginzberg
En su escritorio hay muchas cosas, pero nada está allí sin una razón. Hay regalos, como la virgencita de Itatí o los dos retratos suyos hechos con marcadores por niños de seis años de una escuela que visitó hace unos días. Hay fotos, entre las que se distinguen una con su familia en su cumpleaños de ochenta y otra en la que carga a Tania, la beba del nieto recuperado y ahora diputado nacional Horacio Pietragalla. El retrato de su hija Laura, secuestrada en noviembre de 1977, cuando estaba embarazada de dos meses y medio, cuelga de la pared, cerca de uno de los primeros afiches de las Abuelas de Plaza de Mayo, en el que hay una margarita a la que le faltan algunos pétalos. “Niños desaparecidos. Busquémoslos”, dice el cartel. Después de un día intenso, de reuniones y visitas a programas de televisión, Estela de Carlotto reflexionó junto a Página/12 acerca del fallo con el que la Justicia dio por probada la existencia de un plan sistemático de apropiación de niños durante la última dictadura. Aunque criticó algunas penas que le parecieron bajas (hubo dos absoluciones y condenas que fueron desde los 50 años a Jorge Rafael Videla a cinco años a Susana Colombo, apropiadora de un niño) señaló que prefiere mirar “el vaso medio lleno” y que el juicio “jerarquiza a la Argentina”. También contó cómo fue el momento de escuchar la sentencia frente a los represores: “Ellos no hablan, no miran, no gesticulan, no demuestran emociones, ni arrepentimiento, ni nada de lo que humanamente se puede esperar”.
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