"Cuando hay amor, no hay género"


Una policía de Córdoba se casó con una panadera: "Soy la primera que lo hago"
Carina Villarruel conoció a Soledad Ortiz en una visita de rutina a los comercios. A los pocos meses convivían. Ayer se casaron, ante la presencia de la plana mayor de la policía provincial. "Soñamos con tener trillizos", dijeron a Tiempo.





El amor parece más real cuando llega por sorpresa. Carina y Soledad lo sienten así. Por eso decidieron casarse, y lo están haciendo al cierre de esta edición en una ceremonia que se realizaba en un Registro Civil Móvil. Estaban la familia de ambas, aunque no todos aprueben el amor, y también dijo presente la plana mayor de la policía de Córdoba porque Carina Villarruel es la primera agente que se casa con una mujer desde que se aprobó la Ley de Matrimonio Igualitario, el 15 de julio de 2010.
"Entré a hablar con los comerciantes y vi a la Sole: me flechó en el acto." El Cuerpo de Saturación Zona Norte de la Policía de Córdoba le asignó hace un año a la agente Carina Villegas la inspección y prevención del barrio Villa Belgrano. Como indica el protocolo, la policía de 31 años hizo una ronda en los comercios de la zona para presentarse. Y fue el turno de la panadería Lapana, o mejor dicho, de la sucursal ubicada en Recta Martinoli y Nepper. Luego de atravesar esa puerta, Carina no volvería a ser la misma persona.
Allí conoció a la encargada del local, Soledad Ortiz. El flechazo fue instantáneo y explotó la dulzura: "Lo primero que pensé es 'que linda que es' y 'ojalá que sea gay'." Carina nació en San Francisco, en el interior de Córdoba, y en diálogo con Tiempo Argentino reveló que su familia sabe que es homosexual "desde que tenía 14 años y siempre me apoyaron, incluso, mi mamá siempre dice que está orgullosa de mí". Antes de ser policía porque le "encanta el uniforme", trabajó en supermercados y centros telefónicos de atención al cliente.
Soledad tiene 28 años y nació en Burzaco, pero vive hace casi cuatro años en La Docta. Sin embargo, nunca perdió la picardía porteña: "Entró a la panadería para decirme que cuidaba toda la zona y al instante me enamoré de su sonrisa perfecta. Al toque le pedí su número de teléfono y la empecé a mensajear para invitarla a tomar algo. Ella me decía que no podía, pero a las 24 horas ya estuvimos juntas. Fue un flechazo." Carina pasó a buscar a Soledad cuando terminaron sus jornadas laborales. Comieron y pasaron la noche juntas.
"Pasaron ocho meses hasta que le pusimos un título, advierte Carina, luego nos llamamos 'novias' y el 4 de noviembre nos fuimos a vivir a la misma casa. Al mes y medio le propuse casamiento." En la actualidad se someten a un tratamiento de fertilización asistida para que Sole quede embarazada.
La porteña ya amaba Córdoba y había tenido tres parejas homosexuales, dos de ellas, policías que conoció de civil. En Buenos Aires trabajó en los bingos de Lomas de Zamora. Su turno era de 12 días corridos y 17 francos, en los cuales viajaba al centro del país. "Mis compañeros de la panadería estaban contentas cuando inició la relación aunque algunas me preguntaban si estaba segura, no por tratarse de otra mujer sino porque es policía."
Los antecedentes no eran auspiciosos, sin embargo, Carina contó que "cuando le tuve que decir a mi jefe que me casaba con una mujer, me felicitó y me dijo que si no lo invitaba a la fiesta se iba a sentir muy mal. Hasta me llamó el jefe de la policía de Córdoba, Ramón Frías, para felicitarme." La joven señaló que "hay muchos compañeros y compañeras (homosexuales) que conviven, pero yo soy la primera que lo hago público."
La pareja entiende que esto no podría haber sido posible en otro momento de la historia porque, según la agente, "la cosa fue evolucionando y nosotras somos muy amigas del licenciado Hugo Silva, subdirector de la dirección de Justicia y Derechos Humanos Gobierno de Córdoba, gracias a su lucha, hoy tenemos esta ley." Silva es un histórico militante por los derechos de los homosexuales en esa provincia.
Sole no la tuvo tan fácil: "mi papá está muy contento y muy feliz, deseoso por verme; mis hermanos me apoyan en todo y mi mami no me apoya pero me dijo que le dé para adelante."
Hoy tiene la chance de formar su propia familia y en eso están. "En abril y mayo es la fecha de la inseminación para que Sole quede embarazada", anuncia, contenta, Carina: "Por mí que sean tres y se agrande la familia Villarruel Ortiz." Las chicas también celebran la posibilidad de poder inscribir a sus hijos con los dos apellidos. Y delante, los nombres que ya pensaron: "Si es varón, Nazareno, si es nena, Uma." Aunque la decisión final parece ser de la panadera porque, según dice, "Carina tiene el uniforme, pero yo soy la ley."  


Felices
“Estoy muy boba con ella. Me da todo, me trata como a un bebé y necesito todo lo que me da. Esta pegada a mí desde que me levanto y me acuesto. Es muy compañera, simpática y compradora.  Me cayó una estrella del cielo.” 
Cari x Sole

“Ella significa muchísimo desde el primer día que la vi. Hoy estoy feliz porque puedo expresar mis sentimientos. Cuando hay amor no hay género.” 
Sole x Cari

Fuente: http://tiempo.infonews.com
17/02/2013

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