Por Livhy Barceló Vázquez
La población mundial arribó en el 2012 a los siete y medio millones de habitantes, cifra que se incrementará en los próximos 50 a 60 años, aunque el proceso se irá estabilizando de forma paulatina. Las características demográficas estarán inmersas en el futuro en un período de transición. El superpoblamiento dejará de ser el principal reto de las sociedades y dará paso al tema de su composición.
La especialista y doctora del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, Grisel Rodríguez Gómez se refiere a la estructura por edades de las poblaciones como un tema medular y trascendente, pues el mundo está encaminado a su envejecimiento. Poblaciones cuyo 12 porciento sobrepasa los 60 años son catalogadas de envejecidas.
En el mundo desarrollado existe una tendencia al decrecimiento de la población, con estándares bajos de fecundidad y elevados de esperanza de vida, mientras en los subdesarrollados se encuentran diferencias.
Latinoamérica está en un proceso de transición y África un poco más retardado. La causa fundamental del envejecimiento es la disminución de los niveles de fecundidad, los cuales se asocian al nivel educacional, al acceso a los métodos anticonceptivos, así como la incorporación de la mujer a la vida laboral.
El embarazo en la adolescencia y la mortalidad materna se convierte en otro de los puntos neurálgicos al interior de las poblaciones. Las cifras más alarmantes en el fenómeno del embarazo adolescente se desarrollan en contextos subdesarrollados, con una amplia incidencia en Latinoamérica, donde en algunos países más del 20 por ciento de la fecundidad proviene de madres adolescentes.
Las naciones a nivel mundial trazan estrategias para el control de las poblaciones, destacándose las políticas pro natalistas, de control de la natalidad y de atención a grupos etarios. Existen diferentes variantes, aunque las más exitosas se han comportado de manera coyuntural.
“Las características de la población deberían tomarse en cuenta para el trazado de políticas de cualquier tipo, dígase, económicas, culturales, sociales, entre otras. La población nunca debería ser vista aislada del desarrollo, pues esta es sujeto y objeto del progreso”, aseguró la especialista.
El envejecimiento poblacional supone un cambio de pensamiento hacia el análisis de los temas de población, en el que inciden variables económicas, sociales y hasta culturales.
Valdría la pena preguntarnos, ¿quiénes cuidarán el planeta en una sociedad envejecida y principalmente diseñada para los jóvenes?..
Fuente: Radio Rebelde
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