Esta película cuenta una historia real sucedida unos años antes en los Andes centrales, donde los Cuerpos de paz yankis ligaban las trompas de las mujeres bolivianas (sin su conocimiento, por supuesto), aplicando las políticas diseñadas por Mac Namara.
La imagen final muestra a un grupo de personas empuñando armas símbolo de rebeldía y lucha contra de la opresión y división de clases.
La defensa de la comunidad fue eficaz … y ése es el problema de la película, a la cual los milicos le quemaron los masters en La Paz.
Su tema es también una historia de indios, mestizos y blancos.
El indio pregunta a la madre coca, pide a la madre tierra, sube al cerro en pos de la “luz” y se convierte en víctima cuando va a la ciudad.
El mestizo es desigual y contradictorio: ambiciona las cosas del blanco, pero llora el perdido mundo indígena; tiene un poster del Che en su pieza, pero responde airado cuando le llaman “indio”.
El blanco ha olvidado a los dioses, desconoce el país y está aprendiendo inglés.
Yawar mallku (nombre quéchua del film) refleja el entrelazamiento y la relación de estos tres mundos, la historia de su conflicto y su pugna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario