Lola, primer dirigente sindical trans de la construcción en Uruguay

Lola

Lola, obrera y sindicalista

La primera transexual en Uruguay en acceder a un cargo de delegada sindical en el gremio de la construcción llamó a sus pares a "romper el molde", derribar las barreras del machismo y dedicarse a trabajos manuales siguiendo su camino.

Lola Méndez, obrera y delegada del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), participó como panelista en el primer Congreso Nacional de Personas Trans del Uruguay, que analiza hasta este jueves la problemática de la población trans en salud, trabajo, vivienda y educación.

“Debemos romper con el molde de que si sos trans tenés que estar divina todo el día, me gustaría que hubiera más chicas que sintieran el trabajo manual”, dijo a la AFP.

Para la trabajadora, “la mentalidad de las trans debe evolucionar al siguiente nivel, ya que la mujer evolucionó del rol netamente femenino en el trabajo, no es solo enfermera o cuidadora, se dedicó a trabajar colgada del andamio y nosotros debemos seguir ese ejemplo”.

Trabajar en la construcción -un rubro históricamente masculino- no fue fácil para Lola, cuyo nombre surgió de sus propios compañeros de obra. Fue “bastante duro cuando empecé; tuve que evolucionar de ser un chico bastante gay a comenzar a mostrar mi identidad de género”, dijo.

Pero antes de convertirse en la “única trans en el sindicato”, Méndez sufrió el rechazo de varios empleadores, despidos injustificados y discriminación en el lugar de trabajo.

“El camino es largo pero me gané mi lugar en el sindicato, después hice cursos de seguridad e higiene, entre otros, y hoy soy una persona capacitada”, contó.

La industria de la construcción emplea en Uruguay a más de 65.000 personas, según datos del Sunca, que impulsa la inserción laboral femenina en sus filas.

En “un gremio machista mil por mil, como toda nuestra sociedad, hoy podemos contar lo de Lola y con mucha alegría podemos decir que tiene más de 2.000 compañeras mujeres en todo el país”, dijo por su parte Daniel Diverio, secretario de organización del Sunca.

“Lola entró en la industria fingiendo ser lo que no era, ahora es una compañera que anda y vive”, enfatizó.

Las organizaciones sociales estiman que de los 3,3 millones de habitantes de Uruguay unos 1.500 a 2.000 son trans, un grupo que incluye a transgéneros, travestis y transexuales.

Esta población presenta bajos niveles de escolaridad y dificultad para acceder al mercado laboral, lo que hace que gran parte se vuelque al trabajo sexual, concluyó el informe “La identidad de género en las políticas sociales”, presentado en el marco de la Semana de la Diversidad el pasado setiembre.

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