No sólo los fantasmas del ajuste, la desigualdad, las privatizaciones y los recortes de derechos recorren América Latina, sino que también nos amenazan los de la militarización y la represión en el continente.

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La derecha, administrada ya no por el personal político, sino directamente por empresarios que son sus propios dueños, como Michel Temer, Mauricio Macri, Sebastián Piñera, Horacio Cartes y Donald Trump, no reconoce otra ley que sus intereses personales y corporativos.

Ante esos intereses mezquinos, está cayendo incluso lo que todavía algunos  llamamos la legalidad burguesa, para proyectarnos a un modelo regional híbrido, mezcla de capitalismo salvaje con énfasis en la apropiación total de la plusvalía y la primarización agropecuaria, que al ver la turbulencia social que esto necesariamente va a provocar, busca el reaseguro de asentarse sobre las Fuerzas Armadas (FFAA).

Como podemos imaginar, esto no es una idea original de los operadores de las oligarquías vernáculas, por el contrario, los vientos vienen de Estados Unidos (EEUU) y particularmente de sus FFAA, que pretenden recuperar su influencia en el subcontinente y eventualmente acrecentarla, limitando los esfuerzos y propósitos independentistas que han alumbrado los gobiernos progresistas en América del Sur y Centroamérica.



Pero veamos cómo se fueron dando los acontecimientos.



Primera etapa: los consejos vienen del norte

Las FFAA de EEUU y todos los gobiernos, demócratas y republicanos, en los últimos 50 años, y aun más, han procurado influenciar, controlar y dominar lo que consideró su “patio trasero”, América Latina.

En rigor, esta política injerencista e imperialista, que Monroe sintetizó en la afirmación de que América era para los americanos, no fue privativa de nuestro continente, sino que se extendió a todos los rincones del mundo en donde sentían que sus intereses eran amenazados.

Basta recorrer cualquier archivo de Google para encontrar cientos de menciones, declaraciones, documentos y publicaciones oficiales y periodísticas en los que organismos, legisladores, diplomáticos y militares -de o en EEUU- sugieren, influyen, indican y a veces ordenan, para militarizar la seguridad interior en los países de América del Sur.

Las excusas son “las nuevas amenazas estratégicas”, la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico o el contrabando, pero detrás de eso se esconde siempre el propósito de la represión interna y la llamada “seguridad nacional, la lucha contra el “comunismo” y contra todos los procesos democráticos, indigenistas, nacionalistas, progresistas, revolucionarios o de liberación nacional.

La presencia de las FFAA de EEUU en América Latina se manifiesta por distintas expresiones, desde bases militares, como en Honduras, Cuba, Guatemala, Colombia, Paraguay, Puerto Rico y Panamá, hasta “operaciones especiales”, asesores, oficinas de seguridad, agregados militares en las embajadas y programas de apoyo a proyectos puntuales que existen en casi todos los países de Latinoamérica, incluyendo los más grandes (México, Argentina y Brasil).

Y a esto hay que agregar a la CIA, el Comando Sur, el FBI, la DEA, la Usaid y otros organismos que prestan asesoramiento técnico y apoyo económico, incluyendo a grupos opositores, como en Nicaragua, Cuba, Ecuador, Bolivia y Venezuela.

La forma más brutal de intromisión de las FFAA de EEUU en América Latina fue la intervención militar directa, que ocurrió en reiteradas ocasiones en Honduras, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Cuba, Granada, México, Panamá, Puerto Rico, Haití y República Dominicana. Un procedimiento más clandestino es a través del apoyo a golpes de Estado o gobiernos dictatoriales, como en Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador y Paraguay.

Tal vez la forma más sutil de intervención militar es la de incidir en las FFAA locales: la misma se hace comúnmente en los cursos de instrucción, las contribuciones económicas, las donaciones de armamento militar, las maniobras navales, la entrega de manuales, las becas, la Escuela de las Américas y los programas de intercambio y entrenamiento.

Pero aun más oculta es la intromisión basada en que los propios gobiernos introduzcan a sus propios militares en la seguridad interna, ocupando el espacio que hasta el momento ocupan las Policía y el Poder Judicial.

EEUU promueve eso en los otros países que considera parte de su imperio, pero no lo hace en su propio país, en donde las áreas institucionales de las FFAA, la Policía y la Justicia están perfectamente delimitadas y los militares no pueden interferir en otras jurisdicciones.



Se va la segunda: Temer introduce militares en las favelas

En Brasil, a mediados de febrero, el presidente Michel Temer dispuso la intervención federal en el estado de Río de Janeiro y, concomitantemente, que las FFAA pasaran a liderar “la lucha contra el crimen organizado”.

Temer afirmó que “el crimen organizado casi tomó el control de Río de Janeiro y se ha convertido en una metástasis que se propaga por el país y amenaza la tranquilidad de nuestro pueblo”.

El decreto presidencial dispone que las FFAA asuman control total de las operaciones de seguridad y comanden a los distintos cuerpos policiales y el sistema carcelario.

El empresario dictador, que ostenta 2% de popularidad, es el personaje del que circulan y se viralizan grabaciones en audio y video que lo implican directamente en coimas y su gobierno, probablemente efímero, congeló salarios por 20 años, dispuso y está ejecutando un gigantesco programa de privatizaciones y se dispone a implementar la reforma de las jubilaciones afectando terriblemente las prestaciones de la seguridad social.

Tanto el presidente como la mayoría de sus ministros se encuentran en la mira por investigaciones por corrupción o presos por haberles encontrado culpables.

Lula, preso, lidera ampliamente todas las encuestas y el descontento de la gente y la simpatía que expresa el pueblo brasileño por el expresidente hacen esperar un incremento del disgusto y la movilización popular.

La presencia militar en las calles de Río y las disposiciones gubernamentales que permiten la injerencia militar en la seguridad interior permiten imaginar una creciente participación de las FFAA en la vida política de Brasil, que recientemente se hizo sentir en la presión que ejerció sobre la Justicia el más alto jerarca del Ejército para que Lula fuera preso y para que su detención se prolongue pese a la demanda de libertad.



Macri también incorpora los militares

Tras haber violado todas sus promesas de abatir la corrupción, detener la inflación, eliminar la pobreza, estabilizar la cotización de la moneda y prescindir para siempre del  FMI, Mauricio Macri celebró con discreto éxito la cumbre de ministros de Economía y presidentes del Banco Central del G20 en Buenos Aires. Christine Lagarde, quien hace muy pocos meses había declarado que la economía argentina iba por buen camino, debió asistirla con un gigantesco préstamo de 50.000 millones de dólares cuando ya era imposible detener la fuga de capitales y ponerle un techo a la cotización del dólar.

Pese a las reiteradas declaraciones optimistas de Macri, Argentina está en la lona. Se podrá decir que está en bancarrota, en insolvencia o en las vísperas de una intensa y prolongada recesión, pero es inocultable que la actividad económica cayó por segundo mes consecutivo, que los intereses son de más de 40%, que los pobres llegan a 30%, que la fuga de capitales en este semestre fue de 16.000 millones de dólares, que se perdieron 80.000 puestos de trabajo, que la inflación minorista es de 29% y el dólar cotiza en pizarra a 28 pesos, 30% más que el año pasado.

En medio de semejante catástrofe económica y política en la que arrecian las denuncias de corrupción en el gobierno, Mauricio Macri sorprendió a los argentinos trayendo nuevamente al centro de la escena a las FFAA, condenadas por la opinión pública luego de la terrible dictadura que dejó un saldo de 30.000 “detenidos desaparecidos”.

No hace falta ser muy sagaz para darse cuenta de que pronto va a necesitarlos en tareas de represión interna al constatar la forma en que la miseria y la indigencia avanzan en Argentina.

El discurso-envoltorio para traer a los militares de regreso a la escena es expuesto por el ministro de Defensa, Óscar Aguad.

¿Cuáles son las nuevas hipótesis de conflicto? El combate al terrorismo internacional, al narcotráfico, los ciberataques y su participación en misiones de paz en lo externo y en el interior. Esto les daría el soporte legal suficiente para intervenir dentro de fronteras cuando la situación social así lo requiera.

Desde Campo de Mayo, Macri informó, orgulloso como siempre, que “en Argentina los militares asumirán tareas de seguridad interior” y anunció “un proceso de modernización integral que incluirá el reequipamiento de las FFAA, que cuentan con 50.000 efectivos, y la modificación de planes de formación para hacer más eficaz su participación en la custodia y protección de objetivos estratégicos”.

Señaló, además, que “en el corto plazo se creará una fuerza de acción inmediata con equipamiento ligero conformada por unos 10.000 hombres y que se enviarán militares a la frontera norte para colaborar en el combate al narcotráfico”.

Los alcances de la reforma están contenidos en dos decretos que modifican la reglamentación de la Ley de Defensa de 1988 que limita el accionar militar a “enfrentar las agresiones de origen externo”. Posteriormente un decreto firmado en 2006 por el entonces presidente Néstor Kirchner excluyó a las FFAA de la custodia de la seguridad interior. La presencia de militares en la custodia de la sociedad civil es un tema sensible para los argentinos.

La reforma modifica el decreto 727 de 2006 que reglamentó la Ley de Defensa, contemplando la intervención de las FFAA ante “agresiones de origen externo” y no restringirla sólo a “amenazas estatales” externas. Para que sea legal se requiere modificar las leyes de Defensa, Seguridad Interior e Inteligencia.

Se ha señalado que el decreto que establece la reforma viola tres normas legales y la propia Constitución de la República, por lo que su legalidad será muy cuestionada. Tales normas legales fueron aprobadas en los gobiernos de Alfonsín, De La Rúa, Menem y Néstor Kirchner y contaron con el apoyo de todas las fuerzas políticas en resoluciones que fueron aprobadas unánimemente por tres parlamentos y una asamblea constitucional.

Lo que queda claro a quien quiera verla es la evolución paralela y consistente que padecen hoy las principales potencias regionales, Argentina y Brasil, castigadas por gobiernos oligárquicos, que están incorporando en su apoyo a las FFAA, en un evidente reaseguro por si tienen que usarlas para reprimir las resistencias sociales que sus medidas ya están produciendo.



¿Y por casa cómo andamos?

En nuestro país vemos todos los días manifestaciones de esa derecha voraz que prometió en un recordado editorial de Búsqueda “una guerra sin prisioneros” al Frente Amplio (FA).

Sabemos también que esa derecha tiene importantes dirigentes que repiten que “a última hora siempre ha sido un pelotón de soldados el que ha salvado a la civilización”.

Ni hablar de los “bolsones” golpistas que se incuban en los clubes militares.

Pero yendo a los “operadores”, y sin contar a los numerosos partidarios de la mano dura que conocemos, como los senadores Pedro Bordaberry, Javier García y Gustavo Penadés, o el flamante aspirante a legislador y exfiscal Gustavo Zubía -que, dicho sea de paso, lo notamos un poquito pirado-, tenemos dos candidatos firmes a la primera magistratura que han hecho de la represión el centro de su discurso.

El primero es el empresario Edgardo Novick, jefe de Zubía, uno de cuyos  actuales diputados, el expachequista Guillermo Facello declaró que “el Estado debe aplicar medidas prontas de seguridad” y que una de las propuestas del Partido de la Gente es asignar a las FFAA el control de las cárceles y no sólo el control perimetral.

Pero, sorpresivamente, la mayor acción a favor de formas nuevas de represión ha corrido por parte del senador y precandidato blanco Jorge Larrañaga, quien lanzó una campaña de firmas para la aprobación de una reforma constitucional. Para ello debe reunir las firmas de 10% de los ciudadanos habilitados, de forma de que la propuesta se vote junto con las elecciones nacionales de octubre de 2019.

Hace unos días entregó ostentosamente 10.000 firmas, menos de 5% de las 250.000 requeridas para plebiscitar su proyecto.

El proyecto de Larrañaga (que fue rechazado explícitamente por Luis Alberto Pompita Lacalle Pou y sólo provocó silencio en el Partido Colorado), contiene cuatro reformas sobre seguridad a ser incluidas en la Constitución: imponer el cumplimiento total de las penas, para que en casos de delitos graves, a los delincuentes no se les permita salir antes de la prisión; imponer “la reclusión permanente revisable a los 30 años en delitos gravísimos como homicidios múltiples o violación y homicidio a menores”; permitir allanamientos nocturnos en aquellos lugares donde se sospecha que se están cometiendo delitos; y crear una Guardia Nacional con efectivos militares destinada a “colaborar en tareas policiales”. El capítulo que refiere a la Guardia Nacional crea un segundo cuerpo destinado a funciones de seguridad pública con efectivos militares y prevé que los efectivos sigan dependiendo del Ministerio de Defensa.

Como vemos, el proyecto de militarización de la sociedad es exteriorizado por los eslabones más débiles de la cadena política de la oposición: aquellos líderes, como Novick o Larrañaga, que necesitan afianzarse o recuperar opinión pública y eligieron la “vía fácil” de atacar la inseguridad, vista como la principal preocupación de los uruguayos.

Es presumible que los líderes más asentados, como Pompita o Sanguinetti, piensen lo mismo, pero no lo manifiestan por diversos motivos electorales.

En cualquier caso cabe la pregunta: ¿estos intentos de introducir otra vez a las FFAA en la vida cotidiana son inocentes? ¿Quiénes son los asesores de Larrañaga en materia de seguridad? ¿No consultaron a nadie? Yo creo que no. Y que todo el programa de la derecha es fácilmente previsible. Incluyendo la incorporación de los militares a la represión y la seguridad interior.

MACRI MILITARIZA ARGENTINA
Modelo Temer: el neoliberalismo prepara la represión

Por Alberto Grille.
caras y  caretas

Los estatutos del hombre (Thiago de Mello, Brasil)



Memoria del Festival Internacional de Poesía de Medellín. El poeta brasileño Thiago de Mello, en su poema Los estatutos del hombre, compendia el sueño de la poesía para el cercano futuro de la humanidad en la transición de una sociedad capitalista a una sociedad regida por los principios humanistas.

Nació en Barreirinha, Brasil, en el corazón de la Selva Amazónica, en 1926. Tiene más de veinte libros publicados desde 1951. En el conjunto de su obra, se destacan: Está; Oscuro pero canto; La canción del amor armando; Bochorno en la floresta; Viento general y En un campo de margaritas; Noticias de la visita que hice en el verano de 1953 al río Amazonas y sus barrancos; Arte y ciencia de elevar cometas; Amazonía, La niña de los ojos del mundo; y El pueblo sabe lo que dice. Su poema Los Estatutos del Hombre fue editado en más de treinta países. Ha traducido al portugués a César Vallejo, Pablo Neruda, Ernesto Cardenal y Eliseo Diego, entre otros. Thiago de Mello piensa que el arte debe siempre servir a la vida; que además de su finalidad estética, debe tener también una finalidad ética.

Se cumplen 65 años del día en que un grupo de jóvenes cubanos, encabezados por Fidel Castro y secundado por Abel Santamaría, Raúl Castro, Ramiro Valdés y Juan Almeyda, entre otros, llevó a cabo el asalto a los Cuarteles Moncada


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se cumplen 65 años del día en que un grupo de jóvenes cubanos, encabezados por Fidel Castro y secundado por Abel Santamaría, Raúl Castro, Ramiro Valdés y Juan Almeyda, entre otros, llevó a cabo el asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Fue una acción heroica repelida con sanguinaria brutalidad por las fuerzas militares del dictador Fulgencio Batista acantonadas en el Moncada.

Las salvajes torturas y el asesinato a mansalva de prisioneros y heridos escribieron una de las páginas más infames de la historia cubana, denunciada con inigualable elocuencia en el célebre alegato de Fidel conocido como “La Historia me Absolverá”. La detención, tortura y ejecución de Abel Santamaría y otros compañeros fueron de una crueldad y malignidad espeluznantes. Melba Hernández y Haydée Santamaría sentaron un ejemplo de heroísmo militante que las inscribe en las más brillantes páginas de Nuestra América. La historia no sólo absolvió a Fidel sino a todos los moncadistas, quienes con su valerosa acción abrieron una nueva etapa en la incesante batalla por lograr la Segunda y Definitiva Independencia de los pueblos de América Latina y el Caribe.


El triunfo de la Revolución Cubana el 1º de Enero de 1959 fue la culminación del asalto al Moncada -cuyo autor intelectual, según Fidel, no fue otro que José Martí- y el aldabonazo que, tiempo después, maduraría en la Venezuela Bolivariana para extenderse a comienzos de nuestro siglo por toda la dilatada geografía nuestroamericana. Chávez, Lula, Dilma, Kirchner, Cristina, Evo, Correa, Maduro, Tabaré, Lugo, Mujica, Zelaya, Ortega, Sánchez Cerén y, antes Allende, Juan J. Torres y Juan Velasco Alvarado no hubieran podido hacer lo que hicieron sin que los jóvenes moncadistas hicieran previamente saltar el cerrojo de la vieja historia que nos condenaba a la sumisión a los dictados del imperialismo. Por eso la gratitud de nuestros pueblos para con aquellos jóvenes es eterna e inconmensurable.

Sirvan estas breves palabras como homenaje a esa extraordinaria gesta, que nos permitimos cerrar citando la exhortación final que hiciera Fidel en la noche previa a dar inicio al ataque. Decía el Comandante lo siguiente:

“Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la isla. ¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de ¡Libertado o muerte! Ya conocen ustedes los objetivos del plan. Sin duda alguna es peligroso y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo por su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse por falta de armas. Los que estén determinados a ir, den un paso al frente. La consigna es no matar sino por última necesidad.”

El Moncada y su legado
Por: Atilio Borón      Cubadebate

Un trabajador cayó al vacío mientras reparaba el techo de un supermercado; a través de los medios, la tragedia no tuvo la misma difusión que otras y el motivo es fácil de suponer: el negocio era un Disco, cadena de la cual es copropietario Luis Eduardo Cardoso, el mismo que es dueño del semanario Búsqueda y está vinculado a Canal 12.


En el año 2014, Caras y Caretas, bajo el tituló ‘Los 120 más ricos de Uruguay’, publicaba el nombre de las personas con mayor poder económico en el país. En el lugar 14, aunque eso era aleatorio, se lee: “Luis Eduardo Cardoso. Principal accionista de Supermercados Disco, Devoto y Géant. Es accionista principal de Teledoce y Búsqueda”. Esa lista tuvo mucha repercusión en su momento, pero como suele suceder en estos tiempos con ciertas cosas, pronto pasó a ser algo que una vez se tuvo y a la que se recurre cuando determinados sucesos pueden ameritarlo.



El viernes 20 de julio, una tragedia dejó sin aliento a la sociedad: en el supermercado Disco Natural, ubicado en 8 de Octubre y Garibaldi, una persona había sufrido un accidente; cayó desde el techo del comercio sobre el piso del salón. Los primeros auxilios vinieron de parte de los clientes, luego, de la emergencia móvil. Pero nadie pudo evitar que el hombre muriera, debido a la gravedad de las lesiones.

Como si con ese resultado no fuera suficiente para indignar a todos, la empresa Disco agregó uno nuevo: cercó el lugar de la desgracia, tapó la sangre con pan rallado y siguió facturando, como si no hubiera pasado nada. En este punto es necesario hacer un par de salvedades: primero, que los trabajadores continuaron con su tarea porque se les dijo que Gonzalo González iba camino al centro de salud con vida y se les ocultó la gravedad de las heridas; segundo, la superficie del local comercial es grande y no todos los clientes estuvieron presentes en el lugar donde el hombre cayó, por lo que la mayoría de los compradores se enteró “de oídas”, sin tener una versión firme -y creíble- de lo sucedido. Convengamos que no es fácil creer en un abrir y cerrar de ojos que murió el hombre que acaba de caer por ese agujero que se ve en el cielo raso, a cinco góndolas de donde está usted eligiendo un vino o unos fideos.



El silencio



En un país donde la crónica roja está a la orden del día, llamó la atención que fuera a través de las redes sociales la primera información que salió de esta tragedia. Los grandes medios de comunicación quedaron relegados a un plano secundario, lanzando tímidos titulares de “un accidente” ocurrido en “un supermercado del barrio La Blanqueada” o imprecisiones por el estilo. Recién con el correr de las horas, y siendo ya un hecho incontrastable, se comenzó a divulgar que había sido en un local de Disco. Un comunicado emitido por la empresa rápidamente deslinda responsabilidades en pocas líneas. Allí se deja constancia que el trabajador era “un operario de la empresa Sipra, subcontratada por Supermercados Disco para realizar tareas de mantenimiento”, sin especificar que ese “operario” estaba contratado como administrativo, y agrega que estaba efectuando reparaciones en el techo del local “cuando se precipitó al vacío”. Como para que no queden dudas, los buenos empresarios dan cuenta que “de inmediato personal de la empresa socorrió al joven. Se llamó a una emergencia móvil que llegó con celeridad al lugar, pero el operario falleció cuando era trasladado a un hospital. Concurrieron: emergencias móviles, Policía, Policía Técnica, técnicos prevencionistas y personal de Recursos Humanos de Disco”. Luego, vienen las expresiones de lamento y condolencias de rigor.

En su mundo paralelo, estos compungidos empresarios no escriben lo que la gente vio: que taparon la sangre con pan rallado borrando evidencias para los peritos forenses, que minimizaron el hecho cercando el lugar y que obligaron al personal a continuar con sus tareas sin comunicarles la gravedad de lo sucedido. De cerrar las puertas ni que hablar, que no era cuestión de dejar de facturar.



No lo vieron a Cardoso, que no pisa más el set

Tanta tapadera fue lo que hizo que la gente se preguntara qué más había detrás, descubriendo que el nombre poderoso, como Supermercados Disco, encerraba otro: Luis Eduardo Cardoso, hombre polifacético si los hay, que tanto te atiende los negocios de un supermercado, como los de un semanario o un canal de TV. Cardoso, en su condición de copropietario de Búsqueda, forma parte de su Consejo Editorial. Pero es bueno recordar que Luis Eduardo era el propietario de las acciones de los Cardoso en Canal 12 y se las traspasó a su medio hermano Alfonso. Aparte, también es copropietario con los Scheck de varios canales de TV para abonados (ver recuadro).

Si aún se sigue preguntando por qué Canal 12 fue tan omiso con esta muerte, ahí tiene una respuesta. Si quiere saber qué de todo esto toca al diario El País, bueno, quizá es hora de que sepa que Luis Eduardo comparte su cargo en Búsqueda con Atanasio Aguirre, de los Aguirre de El País.

Si quiere saber por qué no vio a Cardoso contestando las preguntas de los medios vampiros, esos que donde olfatean sangre tienen la cámara pronta, imagine la voz en off: “En supermercados Disco, Devoto y Géant”. Pero, cuidado, porque esa gente no sólo está en ambos lados del mostrador de los medios de comunicación masiva más importantes en tamaño; también son clientes de empresas que les diseñan estrategias para contingencias en situaciones de crisis. En esos lugares reciben lecciones de cómo hablar con la prensa, cuándo es adecuado salir y cuándo quedarse al margen, qué preguntas pueden hacerles y cómo contestarlas. En definitiva: cómo hacer que la sangre no aparezca por más luminol que se utilice en el intento. La mayor parte de las veces, lo logran.



Qué grupo mi grupo
El grupo Cardoso-Scheck es propietario de Canal 12, de la señal para abonados Nuevo Siglo y del semanario Búsqueda. Pero por ahí no termina esta historia de abuso del control de medios de comunicación, porque también tienen participación en Punta Cable, Multiseñal y Equital. Entonces es fácil comprender por qué se le bajó tanto el perfil a la trágica muerte de Gonzalo González, quien en pocos meses sería padre.