Al final, la familia del maestro paquistaní Rafiq ur Rehman viajó fuera de su país por primera vez atendiendo la invitación de un congresista norteamericano. Contaron su experiencia como víctimas de un ataque por ‘drones’ en Pakistán, en el que murió la madre de Rehman.
“No matamos a nuestro ganado de la forma en que EEUU mata a seres humanos en Waziristán con los drones. Estas muertes indiscriminadas tienen que acabar y debe hacerse justicia con aquellos que han sufrido (los ataques)”, dijo.
“Nadie me ha dicho por qué mi madre se convirtió en un objetivo. Algunos medios de comunicación dijeron que el ataque fue sobre un coche, pero no hay ninguna carretera cerca de la casa de mi madre. Otros dijeron que el ataque fue sobre una casa. Pero los misiles cayeron sobre un campo cercano, no sobre una casa. Todos dijeron que tres, cuatro o cinco radicales murieron.
Pero sólo una persona murió ese día. Mammana Bibi, abuela y esposa que se preparaba para celebrar la fiesta islámica de Eid. No un radical, sino mi madre”.
“Cuatro de mis hijos quedaron heridos ese día, además de cuatro de los hijos de mi hermano. Tuvimos que pedir prestado dinero y vender tierra para pagar el tratamiento médico de los niños. No nos han dado ninguna compensación para pagar las facturas. El Gobierno paquistaní aceptó mi reclamación y confirmó los hechos. Pero dijeron que no eran responsables, el Gobierno de EEUU lo era”.
“Congresista Grayson, como profesor mi trabajo es enseñar. ¿Pero cómo puedo enseñar algo después de esto? ¿Cómo puedo explicar algo que ni yo mismo puedo comprender? ¿Cómo puedo contar de buena fe a los niños que el dron no vendrá para matarlos si no comprendo por qué mataron a mi madre e hirieron a mis hijos?”.
No muchos congresistas escucharon este mensaje. Además del anfitrión, sólo asistieron otros cuatro congresistas (total: 431). Las víctimas civiles de los ataques con drones no son una prioridad. De hecho, es mejor no verlos y así uno puede mantener la ficción de que no existen.
Hace dos semanas, Malala tuvo un recibimiento muy diferente en Washington. Hasta pudo verse con Obama en el despacho oval. Esta valiente chica se lo merecía y aprovechó la oportunidad de esa reunión para decir a Obama que debía poner fin a los ataques con drones. El comunicado de la Casa Blanca ni siquiera hizo referencia a ese mensaje.
Obama no vio a la chica. Se limitó a reunirse con un icono. Los símbolos molestan muy poco si no prestas atención a lo que dicen.
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El Gobierno paquistaní ha pedido en público a Washington el fin de estos ataques. Nos podemos imaginar la respuesta. La primera reacción del Gobierno de Islamabad: reducir de improviso el cálculo de víctimas civiles en estos ataques. En cierto modo, es una táctica similar a la de la Casa Blanca. Con el tiempo, las víctimas dejarán de existir.
Artículo tomado de: http://www.guerraeterna.com/
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