Juan Manuel Serrat deja de Cantar


 

Las mañanas se ponen cada vez más difíciles. Ya no es que el primer café del día salió lavado, o si la tan anunciada ola polar no llega y andas transpirando debajo de la campera que el servicio meteorológico aconsejó que te pongas antes de salir. El tema son las noticias. Y tampoco las que se encargan de joderte el día y la vida con el claro propósito de bajonearte, sino las de verdad informativas de los hechos.

El alerta cotidiano de abrir para mirar las noticias se suaviza un poco haciendo tiempo en silencio. Alguna vez, muy de vez en cuando pongo música, y hoy fue una de esas veces, entonces, Serrat, café y noticias.

En las noticias veo que el gobierno nacional decidió el cierre del hogar Eva Perón, de Burzaco. Allí viven veintisiete abuelos y abuelas. Varios tienen más de noventa años y hay casos en los que viven ahí hace más de veinte años. Son gentes que padecen enfermedades que necesitan cuidados especiales. Ya les avisaron que quedan en la calle, y mientras leo, el disco pasó al tema siguiente y Serrat ahora canta:   



Si se llevasen el miedo
Y nos dejasen lo bailado
Para enfrentar el presente
Si se llegase entrenado
Y con ánimos suficientes

Los datos cuentan que el hogar fue fundado por Eva Perón en el año 1948, y que el invento de capital humano dice ahora que no es apto. Después de no pagarle la luz, el gas, el agua, durante casi un año, dicen que no es apto. Los trabajadores no solo dicen que es mentira, sino que cuentan que los servicios básicos se pagaron haciendo una vaca con sus jubilaciones y pensiones, en una muestra valiente de defensa de su hogar. El único. Y también el ultimo. Quizá el espacio final donde se sienten seguros. Y Serrat, para la infinita amargura, va por la tercera estrofa:

Quizá, llegar a viejo
Sería más llevadero
Más confortable

Más duradero.

Y una cosa son los datos, las fotos, las noticias. Otra cosa es mirarles los ojos, las manos, la dificultad en caminar o levantarse. Observarles la boca que sin hablar aprietan la incredulidad ante el desamparo cruel que no admite razones ni explicaciones ni pedidos, no ya de comprensión o de humanidad, sino de sentido común ante la debilidad más absoluta que viene cargada de miedos diurnos, insomnios con imágenes de terrores nocturnos para los que no ya no hay aquella mano de consuelo, que adivino mientras leo y Joan Manuel sigue cantando que:

Ay, si la veteranía fuese un grado
Si no se llegase huérfano a ese trago.

Podríamos hacernos preguntas pero sabemos que no hay respuestas. Así que toca hacer otro café y cambiar de página. Pero la cabeza hace lo suyo y ahora anda por los miércoles frente al Congreso, donde los débiles son apaleados sin pena. Los esbirros se calzan los guantes, el casco, la pechera, las armas, los gases, y salen listos a golpear jubilados con una extraña e inhumana crueldad deportiva.


Pero la realidad insiste. Tres páginas después leo que el gobierno nacional decidió que el hogar de ancianas Bartolomé Obligado y Casimira López, de Bella Vista, también dejará de funcionar, que les avisaron a los trabajadores de allí que ya no más, que no importa que sea una casa que alberga desde hace ochenta años a mujeres mayores y vulnerables, que es un lugar único, útil, fundamental y además, querido por todos. Mujeres viejitas y vulnerables. Y nadie les dice que será de su suerte. Solo les prometen la oscuridad absoluta. Como una amenaza. No es difícil saber que solo tiemblan ante un futuro corto y ahora trágico en la inminencia de la falta de techo, desayuno, cama, cuidados y cariño, en un momento de la vida en que nada es más importante que eso.

Si fuesen poniendo luces
En el camino, a medida
Que el corazón se acobarda
Y los ángeles de la guarda
Diesen señales de vida


El tercer café no me arregla. Nada nos arregla de esto. Pareciera que no hay donde escapar de este desierto lleno de cadáveres tristes que se aproxima, como un desfile eterno de la desgracia que supimos conseguir. Yo apenas estaba escuchando a Serrat con

Si se viviese entre amigos
Que, al menos, de vez en cuando
Pasasen una pelota
Si el cansancio y la derrota
No supiesen tan amargo



Hasta que en un gesto de absoluta vejez, me acerqué al equipo para apagarlo diciendo “ya Serrat, dejá de cantar”.   


Fuentes de Página 12

Gerardo Caetano


 Habla; Gerardo Caetano, “Los electorados se han corrido hacia las derechas

en América Latina , Europa y los EE.UU.”
(VI coloquio; Pensar las derechas en América Latina)

CAMILO CENFUEGOS


 

Ricardo Piñeyrúa conversa con Jorge Balmelli en #AlWeso​.


 El periodista deportivo Ricardo Piñeyrúa conversa con Jorge Balmelli en #AlWeso​. ¿Cómo fue su infancia? ¿Cómo fue su experiencia yendo a la República Democrática Alemana? ¿Cómo se vive el doble abandono que existe al exiliarse? ¿Cuál era su utopía? ¿Por qué decidió pronunciarse políticamente en 2019?

¿Cómo surge en 13a0 la impronta de un programa periodístico deportivo distinto a los demás? ¿Con qué lineamientos se manejan los periodistas de 13a0? ¿El periodismo deportivo le da demasiado dramatismo al fútbol? ¿Qué vínculos hay entre el periodismo deportivo y el poder? ¿Cuál es su lectura sobre la disputa entre la AUF y Tenfield?

ÍNDICE

0:00​ Infancia e inicios
9:40​ El Partido Comunista
19:40​ El exilio
26:20​ Las utopías
34:00​ Su pronunciamiento político en 2019
38:00​ 13a0: cuna de campeones
40:20​ El periodismo deportivo
1:04:40​ Tenfield vs AUF
1:14:20​ Jorge, Leandro y Matías

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MAURICIO ROSENCOF


 

MENTIRAS ARMADAS


 En octubre de 1976 las Fuerzas Armadas de Uruguay exhibieron ante los medios de comunicación a un grupo de militantes secuestrados en Buenos Aires meses antes, como recién capturados en territorio nacional. El montaje buscó contrarrestar la campaña internacional por violaciones a los derechos humanos en Uruguay y fue posible porque el Estado tenía el monopolio de la información de la lucha antisubversiva. Sobrevivientes del secuestro evocan los hechos, a la vez que especialistas y periodistas analizan el contexto histórico y los medios de comunicación de la época.
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EL TRIUNFO DE LOS VENCIDOS. película completa


 La película realizada por Gabriel Bibbó y Pablo Martínez, con el apoyo de la Federación ANCAP, recopila y reconstruye parte de la historia del último período de El Espinillar en villa Constitución, centrándose en una marcha realizada por los trabajadores ante el inminente cierre de la planta sucroalcoholera. Precisamente en el presente año se conmemora el 25 aniversario de la marcha a pie, que los trabajadores realizaron uniendo Constitución con Montevideo.

Los primeros años de la década del 90 el modelo económico instaurado llevó al cierre de industrias del Estado y quiebre de fábricas, provocando serios problemas de desempleo así como en este caso la afectación directa para Constitución y Belén.
La película fue estrenada en villa Constitución el 1° de mayo último ante una nutrida concurrencia de público.

Es un gusto compartirla en nuestro sitio.

CHE Un hombre nuevo

Título original Che: Un hombre nuevo Año 2010. Duración 110 min. País: Argentina. Dirección: Tristán Bauer. Guion Tristán Bauer, Carolina Scaglione. Música: Federico Jusid. Fotografía: Javier Juliá Reparto. Documental. Coproducción Argentina-España-Cuba; INCAA, Universidad Nacional de General San Martín.

Condenan a exmilitar Juan Rebollo a 30 años de prisión por el homicidio de "las muchachas de abril" en 1974

La jueza Isaura Tórtora condenó al exmilitar Juan Rebollo a 30 años de prisión por el homicidio muy especialmente agravado en 1974 de tres mujeres jóvenes integrantes del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros, en el caso conocido como “las muchachas de abril”.


Silvia Reyes y Laura Raggio tenían 19 años y Diana Maidanic 22 años cuando fueron asesinadas en una vivienda del barrio Brazo Oriental.

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Una IA latinoamericana es posible


 Hay inteligencia artificial más allá de las big tech. Mientras el noventa por ciento de la información de los principales lenguajes y aplicaciones de IA provienen del norte y poco se sabe de cómo funcionan, desde el sur global se está gestando un modelo de IA colaborativo que expresa nuestra historia y cultura. Trazabilidad y apertura de datos, código abierto, representación y transparencia son algunos de los ejes que orientan el proyecto. En la cancha donde juegan ChatGPT y Deep Seek, está a punto de aparecer Latam GPT, con base en Chile y en alianza con más de veinte países de la región.   SEGUIR LEYENDO ACÁ

Sanciones, la geopolítica del genocidio económico


 

«Las sanciones son la guerra de los cobardes: destruyen países sin mancharse las manos de sangre», Jeffrey Sachs.

Las sanciones económicas, ese látigo moderno esgrimido por Washington y Bruselas con la solemnidad de una cruzada moral, se han convertido en el arma preferida del siglo XXI: limpia en los discursos diplomáticos, sucia en sus consecuencias humanas. Bajo la retórica de proteger derechos humanos o garantizar seguridad internacional, lo que realmente despliegan es una violencia estructural metódica, casi tan letal como las bombas, pero con la ventaja de no manchar de rojo las portadas de los periódicos.



Los datos, fríos y contundentes, revelan un patrón: lejos de ser instrumentos quirúrgicos, las sanciones son martillos que aplastan economías enteras, desangran sistemas de salud y condenan a generaciones a la miseria, mientras los regímenes que pretenden derrocar —paradójicamente— se afianzan.

Quizás tengamos que comenzar examinando críticamente los objetivos políticos declarados por las sanciones. Las sanciones económicas se han convertido en un pilar de la política exterior moderna, empleadas por Estados y organismos internacionales para ejercer presión, disuadir acciones indeseables y promover el cumplimiento de las normas internacionales. Como su nombre lo indica, el primer objetivo de las sanciones se centra en el colapso económico.

Las consecuencias que las sanciones impuestas deben ser «casi tan letales como la guerra», el segundo objetivo perseguido una vez conquistado el colapso económico, es la desestabilización del régimen imperante en el país sancionado y su cambio eminente. Como la práctica histórica demuestra, las sanciones adoptan la forma de embargos comerciales integrales. Las consecuencias quedan ocultan en sanciones más «selectivas» o «inteligentes», como congelamientos de activos y prohibiciones de visas contra individuos y entidades específicas maximizar el impacto sobre las partes responsables (normalmente líderes políticos y militares) y minimizar los efectos humanitarios adversos sobre la población general. Lo cual contradice el objetivo de cambio de régimen si el colapso económico no tiene repercusiones sociales.

Para sostener esta lógica, las sanciones suelen ser indefinidas, permanecen vigentes hasta que se decida levantarlas porque el efecto de colapso económico tuvo éxito o, por el contrario, ampliarlas. Este alcance a menudo conduce a un tercer objetivo, la “extraterritorialidad”, como restricción a la soberanía política de terceros países. Es decir, los efectos extraterritoriales de las sanciones implican que también se espera que los ciudadanos y empresas de otros países acompañen y cumplan las sanciones, a menudo bajo amenaza de que ellos mismos sean sancionados.

La extraterritorialidad completa el cuadro. En 2015, el BNP Paribas fue multado con U$S 9.000 millones por comerciar con Cuba e Irán. La lección fue clara: la soberanía europea se doblega ante el dólar. Cuando Trump abandonó el acuerdo nuclear iraní en 2018, la UE —que pretendía mantenerlo— vio cómo sus empresas huían presas del pánico a las represalias de Washington. Esta asimetría de poder significa que la política estadounidense puede dictar efectivamente el espacio operativo de las entidades de la UE, incluso cuando la política de la UE apunta a un enfoque diferente.

El sistema SWIFT, esa red neuronal del capitalismo global, se convirtió en cómplice de una asfixia calculada. Cuándo se niega a un hospital iraní a comprar insulina o a Cuba importar jeringas —bajo amenaza de multas billonarias a bancos europeos— ¿es un castigo colectivo disfrazado de diplomacia?

Se nos vende la ficción de sanciones «inteligentes» o «selectivas», diseñadas para estrangular solo a las élites políticas y militares. Pero la realidad desnuda esta farsa. Tomemos el caso de Irán: tras el restablecimiento de las sanciones estadounidenses en 2018, su PIB se contrajo un 50%, las exportaciones de petróleo —el 80% de sus ingresos fiscales— se evaporaron en un 80%, y 55% de la población cayó en la pobreza. Las cifras de mortalidad cuentan otra historia: más muertes por falta de medicamentos y equipos médicos —gracias al bloqueo financiero— que en la guerra Irán-Irak.

El embargo estadounidense a Cuba, vigente desde 1960, es el experimento más largo de guerra económica. Un memorando del Departamento de Estado de 1960 lo dejó claro: Seis décadas después, el «generar hambre y desesperación para provocar el derrocamiento del gobierno». El régimen sigue en pie, pero la isla acumula pérdidas por un billón de dólares. El resultado: 4,2 millones de cubanos (37,8% de la población) no alcanzan el mínimo calórico diario. ¿Es esto «presión pacífica» o un crimen de lesa humanidad por goteo?

Siria, otro laboratorio de sanciones, exhibe el cinismo de imponerlas en medio de una guerra. El 90% de su población vive en pobreza; el 66%, en pobreza extrema. Los hospitales destruidos por las bombas, que no pudieron reconstruirse porque las sanciones bloqueaban materiales de construcción; el resultado: casi 618.000 muertes y 113.000 desapariciones. Aquí la ecuación es perversa: primero se bombardea, luego se prohíbe reconstruir. Mientras, las farmacéuticas europeas —libres de vender vacunas a países en guerra— se negaban a enviar medicamentos a Damasco por miedo a las multas. La hipocresía tiene nombre: «derechos humanos» aunque lleguen degolladores al poder.

La obsesión por el «cambio de régimen» ignora un hecho incómodo: las sanciones rara vez lo logran, pero siempre consolidan el autoritarismo. En Irán, el gobierno atribuye cada fracaso económico al «enemigo externo», canalizando el malestar hacia un nacionalismo de trinchera. En Venezuela, Maduro usó las sanciones para militarizar la economía. Es un juego perverso: cuanto más sufren los civiles, más se legitima el discurso de «resistencia antiimperialista». Mientras, las élites —las supuestas «víctimas» de las sanciones selectivas— prosperan en mercados negros o lavando dinero en Dubai.

Y luego está el efecto geopolítico: al aislar a un país, se lo empuja a los brazos de rivales. Rusia y China han convertido a Irán, Venezuela y Siria en clientes de sus sistemas alternativos (SPFS para pagos, petroyuan, etc.). Las sanciones, pues, aceleran la erosión del orden occidental que dicen defender.

Las sanciones no son un mal necesario; son un fracaso ético y estratégico. Matan lentamente, pero matan: según la ONU, 40.000 venezolanos fallecieron entre 2017-2018 por falta de medicinas debido al bloqueo financiero. Son, en esencia, «genocidios de escritorio», ejecutados con informes técnicos y reuniones en Bruselas.

Si el objetivo real fuera proteger civiles, se exigirían mecanismos de evaluación humanitaria independientes antes de imponer sanciones. Pero no es así: el verdadero fin es la sumisión política, aunque eso signifique condenar a millones al infierno.

Fuente: https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2025/07/16/sanciones-la-geopolitica-del-genocidio-economico/

"Desapareció sin decir una palabra": las mujeres explotadas, embarazadas y abandonadas por miembros de los cascos azules de la ONU


 A pesar del sol abrasador y el aire sofocante, Dimitri, de 12 años (nombre ficticio), se esconde en la modesta casa de chapa de su madre en Birere, un asentamiento informal en Goma, en el este de la República Democrática del Congo.


"No quiere soportar las burlas de otros niños por su pelo rizado y su piel más clara", le dice a la BBC su madre, Kamate Bibiche, antes de que Goma cayera ante los rebeldes del M23 en enero.


"Él (Dimitri) es ruso, pero quizá nunca viva de acuerdo con su verdadera herencia", añade.


Dimitri es un recordatorio del doloroso legado de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO). Desde su despliegue a finales de 1999, la operación se ha enfrentado a numerosas acusaciones de explotación y abuso sexual de mujeres y niñas.  SEGUIR LEYENDO ACÁ

"No puedo participar ni un solo segundo": Residente cancela conciertos en España por esta razón (VIDEO)



René Pérez Joglar, conocido artísticamente como Residente, anunció este martes la cancelación de sus conciertos en el Morriña Fest 2025 y en el FIB 2025, en España, porque ambos están vinculados con el fondo de inversión proisraelí KKR.

La multinacional estadounidense de administración de fondos y capital de riesgo "invierte y apoya económicamente a empresas de Israel relacionadas con tecnología militar, sistemas de vigilancia y hasta espionaje", indicó el rapero en redes sociales.

Los tres pilares del sostenimiento imperialista en la actualidad



En este artículo el autor sostiene que si bien el imperialismo usamericano se sostiene sobre tres pilares fundamentales, la base material que lo posibilita es el dominio del dólar como moneda de referencia para las transacciones internacionales, razón por la que ataque cualquier medida que los BRICS puedan sugerir en esa dirección.


Tras la conclusión de la más reciente cumbre de los países BRICS, el presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró indignado con respecto a las tendencias predominantes entre los integrantes de este bloque de alianza económica y vituperó varias amenazas direccionadas a quienes persistan en seguir la agenda trazada por esa nueva fuerza emergente.

Por su manera histriónica y nada diplomática de expresarse, mucha gente tiende a considerar que Trump no es más que un fanfarrón, que ni siquiera sabe de qué habla. Sin embargo, en profunda discrepancia con aquellos que así piensan, creo que él conoce muy bien la realidad que lo rodea y tiene plena conciencia de las reales dificultades que enfrentan actualmente los Estados Unidos en sus intentos de mantenerse como la potencia hegemónica a nivel global.

Lo que ya es evidente es que los Estados Unidos están en franca decadencia en el escenario mundial. En términos estrictamente económicos han ingresado en una fase de enorme parasitismo, sin posibilidades de disputar espacios en condiciones satisfactorias con sus principales competidores. En contraposición con el dinamismo y pujanza de la economía china, por ejemplo, no tienen la mínima posibilidad de competir en igualdad de condiciones.

A la luz de lo anteriormente expuesto, para aferrarse a su puesto en el liderazgo mundial, a pesar del enorme parasitismo de sus estructuras económicas stricto sensu, los Estados Unidos están ahora anclados en los únicos tres pilares que todavía les dan cierta sustentación a su pretensión de hegemonía. Estos puntos son los siguientes:

a) su incomparable aparato militar;

b) su inmenso control de las redes de difusión informativa;

c) el papel del dólar estadounidense como moneda de referencia para las transacciones internacionales.

Lógicamente, hay una fuerte interrelación de dependencia entre estos tres pilares, es decir, cada uno, simultáneamente, posibilita y depende de la existencia de los demás. Pero, como procuraré ilustrar más adelante, la facultad de tener su moneda nacional ejerciendo la función de medio de pago de aceptación general en las relaciones comerciales entre las diferentes naciones termina siendo el ítem de mayor peso, aquel que funcionará como condición indispensable para la existencia de los otros, así como para el sistema en su conjunto.

En el plano militar, no podemos dejar de tener en cuenta que los Estados Unidos disponen de alrededor de 900 bases operacionales repartidas por el planeta en los puntos de mayor relevancia estratégica. Es la única nación que cuenta con un aparato de intervención basado en la fuerza de esta magnitud. Amparados en este poderío armado, los Estados Unidos intimidan a los demás países con vistas a imponer sus pretensiones, por encima de las de sus contrincantes. Para la creación y el mantenimiento de un dispositivo bélico tan gigantesco, es necesario recurrir a enormes sumas de recursos. ¿De dónde extraerlos si, como ya se mencionó, las estructuras económicas estadounidenses son esencialmente parasitarias? Más adelante, trataremos de responder a esta importante pregunta.

En lo que respecta a la cuestión comunicacional, conviene resaltar que con el paso a la era de la prevalencia de los medios digitales, los Estados Unidos han aumentado enormemente su capacidad de hacer valer sus posiciones geopolíticas por todo el mundo, debido a que la abrumadora mayoría de los conglomerados de este ámbito pertenece a grupos allí radicados. Por lo tanto, este amplio dominio en el campo digital les brinda una ventaja significativa respecto a las disputas narrativas. Así, pueden llevar a cabo la disputa ideológica contra sus competidores con mucha más efectividad. Les resulta más fácil embellecer sus posicionamientos, por más nefastos que sean, y demonizar los de los demás, incluso cuando son completamente dignos.

No obstante, el instrumento que lleva el monstruoso parasitismo de la economía estadounidense a ser absorbido y transferido al resto del mundo es tener su moneda (el dólar) aceptada como medio generalizado de pago en transacciones comerciales efectuadas entre todas las naciones, sin estar necesariamente respaldada en riquezas reales. Y eso debe valer incluso si nada es vendido o comprado desde los Estados Unidos. Por ejemplo, cuando Brasil le vende café a China y compra de los chinos chips para celulares, los estadounidenses quieren que las operaciones de exportación e importación se realicen en dólares estadounidenses. ¿Parece locura? Pero no lo es. Es exactamente lo que ocurre.

¿Cuál sería la razón que motiva a los Estados Unidos a insistir en que las cosas funcionen así? Bien, para quienes desean tener una visión un poco más profundizada acerca de esto, me gustaría sugerir la lectura de un artículo que publiqué hace algún tiempo al respecto, en el que trato de explicar cómo funciona este mecanismo que ha generado las condiciones para que el país con la mayor economía del planeta se mantenga en función del parasitismo. En el presente texto, intentaré hacer una ilustración a partir de una situación metafórica e hipotética para intentar transmitir la comprensión de lo que hay detrás del sistema. Va a ser tan solo un ejercicio de imaginación, pero que, en esencia, expresa mucha similitud con la realidad que vivimos en términos prácticos.

Imagine que 1.000 personas tienen una cuenta conjunta en un banco cualquiera. Los valores positivos o negativos de esa cuenta son de responsabilidad solidaria de todas ellas. Para 999 de esas personas cuentahabientes, rige la siguiente regla: cada una solo puede emitir cheques para hacer retiros o efectuar pagos en conformidad con el volumen de los depósitos que haya realizado en la cuenta común. Sin embargo, una de esas personas cuentahabientes recibe su talonario de cheques sin ninguna condición limitativa. En otras palabras, puede emitir cheques a su antojo, sin ninguna preocupación por el valor de sus depósitos. Si sus cheques superan el monto de sus aportes a la cuenta, la diferencia será saldada por los otros 999.

Ahora, responda con sinceridad, si a usted le surgiera una oportunidad de participar en un entramado similar, ¿le gustaría pertenecer al grupo de los 999 o ser la persona cuentahabiente diferenciada?

La furia de Donald Trump deriva de su preocupación por una situación análoga a la de nuestro ejemplo hipotético. Él no acepta que los Estados Unidos dejen de ser el mayor beneficiado en el campo de los negocios internacionales, independientemente de su escasa contribución efectiva a los mismos. Si dejan de contar con el fabuloso mecanismo que les da la posibilidad de trasladar a otros los exorbitantes gastos incurridos para financiar su superioridad bélica y, al mismo tiempo, continuar ostentando el estatus de ser la sociedad más consumista del mundo, todo puede irse al traste.

Si el dólar ya no puede ejercer la función que ha desempeñado desde el final de la II Guerra Mundial, los Estados Unidos tendrán que depender de su propio trabajo y de su producción económicamente útil para sobrevivir como potencia de primer orden. Ya no será el parasitismo actual lo que les otorgue tal privilegio.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

¿Acabará el cambio climático con la democracia?


Mientras aumentan los impactos del cambio climático, la polarización y la desinformación amenazan con debilitar los valores democráticos necesarios para enfrentarlo. Adaptar nuestras democracias a estos desafíos pasa por avanzar en los mecanismos de democracia deliberativa.


Llamando a Platón y Aristóteles

La búsqueda del “mejor” régimen político, capaz de garantizar justicia, bienestar colectivo y lograr una sociedad próspera, tuvo parte de su origen en el pensamiento de Platón y Aristóteles.

Cabría preguntarse qué pensarían estos filósofos al enfrentarse al desafío de responder políticamente a un problema tan complejo como el cambio climático. Este fenómeno, con impactos cada vez más intensos como olas de calor, sequías e inundaciones, acarrea además efectos indirectos crecientes sobre la seguridad, la salud, los sistemas alimentarios y la estabilidad política y social.

Como posible respuesta, podría argumentarse que las democracias muestran mayores ventajas, ambición y voluntad para enfrentar el problema del cambio climático en comparación con los regímenes autoritarios. Sin embargo, también exhiben importantes limitaciones al abordar un desafío de esta magnitud: a pesar del entramado económico y financiero implementado durante décadas, 2024 fue el año más caluroso de la historia, superando el umbral de 1.5 grados establecido por el Acuerdo de París.

La incapacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, junto con la resistencia social que obstaculiza la adopción de medidas más estrictas, se agrava por el cortoplacismo de los responsables políticos o incluso el negacionismo con factores como la desinformación, la influencia de la ultraderecha y el autoritarismo, la manipulación mediática o la viralización en redes sociales. Esta combinación limita la gestión efectiva de los bienes comunes globales por parte de los sistemas democráticos, que tampoco logran resistir la influencia de los lobbies de los combustibles fósiles. El poder de estos grupos pervierte, manipula e incluso llega a controlar las Conferencias del Clima.

Siguiendo con la pregunta inicial, y ante la alarmante lentitud en la implementación de políticas climáticas efectivas, surgen otras cuestiones inquietantes: ¿son los regímenes democráticos realmente idóneos y capaces de hacer frente a la emergencia climática? ¿O podrían los regímenes autoritarios aumentar su legitimidad al ofrecer respuestas políticas más contundentes y decisivas?
Populismo, desinformación y perforación

Con respecto a la última cuestión, si bien las propuestas de corte más autoritario o populista no parecen mostrar mucho interés en enfrentar el cambio climático, sí desafían de manera directa los valores democráticos. El avance del populismo y la propagación de la desinformación representan, además, el mayor desafío para la permanencia y legitimidad de la democracia, con profundas consecuencias para la preservación de valores fundamentales como la libertad, la igualdad, la justicia, la participación y la solidaridad, entre otros.

Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca envuelto en una ola de populismo y desinformación, mientras que se retira de los acuerdos climáticos y vincula en parte la prosperidad económica de los Estados Unidos a la extracción y consumo de combustibles fósiles: “Drill, baby, drill «.

Existen otros ejemplos. El control centralizado de países como China podría facilitar la toma de decisiones rápidas y contundentes frente a la crisis climática; no obstante, su efectividad real se ve limitada por factores como la fuerte dependencia del carbón y la necesidad de sostener el crecimiento económico y el consumo para satisfacer las demandas de una población cuyo nivel de vida sigue en aumento.

En el caso de las monarquías del Golfo, regímenes autoritarios en su mayoría, el petróleo es un recurso percibido como un auténtico «regalo de Dios» y no se cuestiona.

Es inevitable recordar a James Lovelock, que, al presentar el cambio climático como una guerra que demanda medidas extremas, se preguntaba si sería necesario «poner la democracia en pausa». Sin embargo, este planteamiento parece poco aplicable en el contexto actual, no tanto por la capacidad de las democracias comprometidas, al menos sobre el papel, con la lucha climática para restringir ciertas libertades en momentos críticos —como ocurrió durante la pandemia del COVID-19—, sino por la clara deriva anticlimática de los regímenes autoritarios y populistas más importantes.
No hay democracia sin capacidad de adaptación

Los efectos del cambio climático podrían considerarse aún moderados, aunque esta percepción solo se sostiene si se prescinde de los datos científicos y se observa cómo la actividad humana contaminante y depredadora del entorno persiste sin señales de cambio sustancial. Esta situación ha mantenido bajos los costos asociados —tanto materiales, económicos como humanos—, lo que no ha trascendido en un mayor estrés democrático.

Sin embargo, nuestra incapacidad de estabilizar o disminuir las emisiones implica sufrir consecuencias cada vez más severas, con unos costos crecientes que generarán mayores demandas sociales. La capacidad —o incapacidad— para adaptarse a unos impactos cada vez más intensos e imprevisibles, ejercerá una presión social sin precedentes sobre la gobernanza democrática, transformando también nuestra concepción de la política.

En concreto, la imprevisibilidad del cambio climático amenaza con desbordar unas estructuras políticas demasiado rígidas, lo que exige transformarlas y adaptarlas, reordenando sus prioridades para hacerlas más flexibles y receptivas. La legitimidad de los sistemas democráticos, frente al cambio climático y desafíos como el populismo o la desinformación, depende de comprender la necesidad de profundas transformaciones en nuestras estructuras sociales y políticas.
Más democracia local y participación como respuesta adaptativa

Como posible respuesta, y ante la urgente necesidad de que nuestras sociedades se adapten al cambio climático, resulta imprescindible impulsar una transformación democrática. Esto pasa por fortalecer los niveles de gobierno más cercanos a la ciudadanía: innovando y revitalizando la democracia desde la base, promoviendo una mayor descentralización, fomentando la participación ciudadana y transfiriendo parte del poder decisorio y de los recursos financieros a quienes se ven directamente afectados.

Todo esto sin comprometer los derechos fundamentales que definen nuestras democracias y planificando a largo plazo, siempre teniendo en cuenta e incluyendo a las generaciones futuras.

Apostar por una democracia de este tipo, más participativa y deliberativa, es especialmente pertinente en países desarrollados, como España, donde los efectos del cambio climático empiezan a sentirse con mayor intensidad.

No solo las comunidades ya afectadas por estos impactos, sino también aquellas en riesgo de enfrentarlos, deben asumir mayores responsabilidades sociales y ambientales mediante el impulso de mecanismos democráticos participativos. Estos mecanismos deben fomentar procesos inclusivos de toma de decisiones y promover debates que fortalezcan tanto la conciencia colectiva como la responsabilidad compartida. Además, estas iniciativas pueden servir como una herramienta efectiva para combatir el populismo y la desinformación, tal como se ha observado en los recientes desastres provocados por la DANA en Valencia.

Igualmente, la participación de las comunidades afectadas en la gestión de fondos y ayudas es esencial para garantizar la transparencia y evitar que cunda la desconfianza en el sistema. Esto resulta aún más crítico en contextos de crisis climáticas recurrentes, donde los recursos disponibles pueden ser cada vez más limitados.

Esto resulta aún más crítico en contextos de crisis climáticas recurrentes, donde los recursos disponibles pueden ser cada vez más limitados

Sería relevante conocer —y, en caso de que no existan, promover— si las autoridades locales, autonómicas o estatales han considerado la creación de foros de debate y herramientas de democracia participativa en las localidades afectadas por la DANA en Castilla-La Mancha y la Comunitat Valenciana.

Un ejemplo de estos mecanismos son las Asambleas Climáticas, ya que permiten tratar una importante diversidad de temas sobre el impacto y las respuestas ante el cambio climático, promoviendo la deliberación y la colaboración, y evitando la polarización que suele limitar los avances colectivos.

Como conclusión, se plantea, más allá de los ejemplos e ideas expuestas, la necesidad de repensar a fondo la relación entre los sistemas políticos democráticos y la crisis climática, y de afrontar este reto de forma colectiva y solidaria. El desafío es inmenso, incluso inquietante. Cuantas más voces se sumen al debate, mayores serán las posibilidades de construir respuestas que permitan a los sistemas democráticos adaptarse con agilidad y profundidad. Lo contrario supondrá correr el riesgo de perder legitimidad frente a propuestas autoritarias que prometen soluciones rápidas, pero también engañosas, injustas y profundamente antidemocráticas.

Jesús Gamero es analista de la Fundación Alternativas.

Fuente: https://www.infolibre.es/opinion/plaza-publica/acabara-cambio-climatico-democracia_129_2027471.html#google_vignette       Fuente de Rebelión 

EL SOCIALISTA Y EX MINISTRO URUGUAYO JOSÉ DÍAZ HA PARTIDO, PERO SU LEGADO DE LUCHA SOCIAL Y ANTIMAFIOSA SERÁ IRREMPLAZABLE


 Homenajearlo es poco tras su partida física en Montevideo, aquejado de un repentino quebranto de salud . Estoy hablando de José Díaz, el abogado socialista e histórico defensor de los derechos humanos y de las ideas de una izquierda -que hoy parecen estar adormiladas, funcionales al capital financiero y ausentes en las cúpulas de un frente amplio en la sede del Poder Ejecutivo- que fuera entrevistado por Antimafia Dos Mil, en el 2006 y recientemente, cuando él a la edad de 93 años tuvo una muy certera visión crítica del mundo, del socialismo de hoy y del Frente Amplio, fuerza política de izquierda que hoy gobierna el Uruguay. Tenía, como veterano frenteamplista, la esperanza de que se consolidaran las verdaderas ideas del socialismo de aquellos días y que el país entrara en un ritmo de vida política con más justicia social y especialmente con las herramientas de soberania necesarias para que el país no fuera saqueado por las corporaciones financieras internacionales; Díaz además disentía airadamente con las posiciones dentro de su fuerza política que fueran funcionales al capitalismo y más aún al sionismo genocida en Palestina, y además, tenía una postura muy firme en lo que atañe a la defensa de los derechos humanos y a la búsqueda de los restos de los detenidos desaparecidos enterrados en los cuarteles militares.    SEGUIR LEYENDO ACÁ

¿Cómo está el espacio aéreo en cuanto a cantidad de control? El comandante anterior de la Fuerza Aérea decía que se podía custodiar el 45%.


Sandra Lazo: "Manifestamos" a EEUU "voluntad del presidente" Orsi para cambiar ley de derribos


La ministra de Defensa asegura que este mes designarán al nuevo comandante de la Armada y señala que los gastos comprometidos dificultan la realización de nuevas inversiones, entre ellos el de las OPV cuyo contrato señaló es "flexible" pero no para beneficio del Estado uruguayo    SEGUIR LEYENDO ACÁ                                        

Arce habla con RT sobre comicios en Bolivia: La derecha quiere "entregar al imperialismo nuestros recursos naturales"


 Con la vista puesta en las próximas elecciones presidenciales de Bolivia, previstas para el 17 de agosto, el mandatario boliviano, Luis Arce, denunció en una entrevista a RT que el objetivo final de la derecha radica en "regalar" recursos naturales del país "al imperialismo".

"[La derecha] lo único que quiere es […] entregar al imperialismo nuestros recursos naturales", aseveró el mandatario, que se refirió a los partidos de izquierda como "único mecanismo de defensa" fente al mismo que tiene el país suramericano.   

Las noches heladas y el reto de sobrevivir a la intemperie


 Un debate imprescindible que tuvo como centro a Daniel Gerhard, Director Nacional de Protección Social. En un sistema económico excluyente, con altos niveles de concentración de riqueza y exclusión, y una sociedad incapaz de proteger a sus sectores más vulnerables, se hace necesario replantear las políticas sociales mercantilizadas, privatizadas y clientelares, notoriamente insuficientes para responder a una cuestión social.

URUGUAY A 52 AÑOS DEL GOLPE CÍVICO MILITAR NOS SIGUEN DISCIPLINANDO

 

""Ni impunidad, ni genocidio: resistencia” tal el título del conversatorio que se realizó al atardecer del 26 de junio en la la planta alta de la sede de Voces Insurgentes (OV), de Piedras y Misiones, en la Ciudad Vieja de Montevideo, en jornada previa al 27 de junio, a los 52 años de la Huelga General y fecha de inicio del golpe de Estado cívico-militar en el Uruguay. conversatorio que se realizó al atardecer del 26 de junio en la la planta alta de la sede de Voces Insurgentes (OV), de Piedras y Misiones, en la Ciudad Vieja de Montevideo, en jornada previa al 27 de junio, a los 52 años de la Huelga General y fecha de inicio del golpe de Estado cívico-militar en el Uruguay. este evento, interpretarlo como uno más del contexto en alusión a esa tenebrosa estapa de la historia uruguaya, pero no fue uno más, porque en él se expresaron militantes de esos años que sobradamente pautaron la tónica del presente mirando a aquellos días de junio, con la clara convicción de que aquella dictadura dejó profundas huellas en la sociedad uruguaya: huellas de disciplinamiento y de impunidad hoy de una vigencia inequívoca, terrible y lascerante para una democracia ficticia, contaminada, y alineada a una ideología donde el fascismo y el sionismo, y la omertá mafiosa de la casta militar con la complicidad del sistema político, no hacen más que sembrar olvido, ambiguedad y una cultura de la impunidad, cuando se trata -por ejemplo, a más de cinco décadas de haberse instalado la represión del terrorismo de Estado en el Uruguay- de aportar sobre los enterramientos de detenidos desaparecidos en cuarteles militares (que oportunamente oficiaron de centros “clandestinos” de detención, tortura y desaparición de personas) para hallar sus restos y darles cristiana sepultura. impunidad, ni genocidio: resistencia” tal el título del conversatorio que se realizó al atardecer del 26 de junio en la la planta alta de la sede de Voces Insurgentes (OV), de Piedras y Misiones, en la Ciudad Vieja de Montevideo, en jornada previa al 27 de junio, a los 52 años de la Huelga General y fecha de inicio del golpe de Estado cívico-militar en el Uruguay.


Debería, a propósito de este evento, interpretarlo como uno más del contexto en alusión a esa tenebrosa estapa de la historia uruguaya, pero no fue uno más, porque en él se expresaron militantes de esos años que sobradamente pautaron la tónica del presente mirando a aquellos días de junio, con la clara convicción de que aquella dictadura dejó profundas huellas en la sociedad uruguaya: huellas de disciplinamiento y de impunidad hoy de una vigencia inequívoca, terrible y lascerante para una democracia ficticia, contaminada, y alineada a una ideología donde el fascismo y el sionismo, y la omertá mafiosa de la casta militar con la complicidad del sistema político, no hacen más que sembrar olvido, ambiguedad y una cultura de la impunidad, cuando se trata -por ejemplo, a más de cinco décadas de haberse instalado la represión del terrorismo de Estado en el Uruguay- de aportar sobre los enterramientos de detenidos desaparecidos en cuarteles militares (que oportunamente oficiaron de centros “clandestinos” de detención, tortura y desaparición de personas) para hallar sus restos y darles cristiana sepultura.     SEGUIR LEYENDO ACÁ