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La reacción antiecológica infecta cada vez más el esfuerzo mundial para atajar la crisis climática
Las palabras negacionistas de Donald Trump y el retraso en los planes de la UE lastran la cumbre especial de la ONU prevista para impulsar la acción contra el calentamiento global
Preámbulo de una cumbre especial convocada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para “acelerar” la lucha contra el cambio climático: la Unión Europea ha pasado de protagonizar un motín diplomático en la Cumbre del Clima de Egipto en 2022 para forzar más ambición a tener que emitir una inédita declaración de intenciones porque no ha podido acordar el nuevo plan climático que debe presentar ante la ONU.
Este jueves el mundo debería saber cuánto está dispuesto a comprometerse para esquivar los peores impactos del cambio climático. ¿La herramienta? Los compromisos nacionales de reducción de emisiones (NDC). Esos planes debieron ser entregados para su análisis en febrero, se amplió el plazo a junio y, otra vez más, a finales de septiembre. Antes del encuentro de líderes en la sede de la ONU solo 50 de los 150 firmantes del Acuerdo de París lo habían depositado, según el recuentro de Climate Watch.
La ONU empuja, pero las resistencias crecen. “Se suponía que este encuentro en Nueva York debería ser un paso clave para avanzar en las negociaciones”, explica el coordinador del área de cambio climático de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz. “En teoría los países deberían haber puesto encima de la mesa sus compromisos en febrero para haber podido analizarlos y llegar ahora preparados para iniciar un diálogo que se cristalizara en la COP de Brasil”, añade. De esta manera –prosigue el ecologista– “harían de pistoletazo de salida para esa nueva revisión al alza de los compromisos nacionales y conocer adónde nos llevan esos planes”.
En este contexto, el optimismo lo pone, por ejemplo, el secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Simon Stiell, quien insiste: “En la década transcurrida desde el Acuerdo de París hemos sido testigos de cambio increíbles”. Hasta el 40% de la electricidad generada mundialmente se hace mediante fuentes renovables.
Se suponía que este encuentro en Nueva York debería ser un paso clave para avanzar en las negociaciones, pero los países han vuelto a fallar. El viraje negacionista hacia la derecha en el Parlamento Europeo pone aún más en riesgo un futuro digno (Javier Andaluz — Coordinador del área de cambio climático en Ecologistas en Acción)
También la CEO de la European Climate Foundation –y arquitecta del Acuerdo de París– Laurence Tubiana aporta que “la trayectoria mundial ha cambiado: sin el acuerdo caminaríamos hacia un aumento del calentamiento global de 5ºC”, aunque admite que “vemos los costes de la inacción: los efectos del cambio climático nos están afectando duramente. El reto es político”, subraya.
A modo de respuesta política, el presidente de EEUU, Donald Trump, desplegó este martes en la Asamblea General de la ONU una batería acientífica y negacionista completa: llamó al cambio climático “el mayor fraude perpetrado en el mundo” y dijo que “todas esas previsiones, hechas por gente estúpida, fueron erróneas y les han costado fortunas a esos países y les ha dejado sin oportunidades para triunfar. Si no os alejáis de esta estafa verde vais a caer”.
La corriente adversa
La corriente no es favorable. “Recientemente hemos presenciado grietas en el apoyo popular y político a la transición climática”, afirma una reciente revisión de la literatura científica llevada a cabo por la Universidad Bocconi de Milán. Una desafección creciente relativa a “la distribución de las consecuencias de las políticas climáticas” por un lado y por otro un factor cultural “que conecta con el escepticismo hacia las elites políticas y científicas”. Lo que la nueva derecha estadounidense ha etiquetado y expandido como woke.
Una de las autoras de este trabajo, Valentina Bosetti, insiste en que en la base de este fenómeno está el desconocimiento: “Los datos nos dicen que los ciudadanos no tienen ni idea de qué políticas climáticas están desarrollándose, qué implican y en qué punto de la transición energética estamos. Se creen las historias que les cuentan. El relato cuenta más que los hechos”.
Los datos nos dicen que los ciudadanos no tienen ni idea de qué políticas climáticas están desarrollándose, qué implican y en qué punto de la transición energética estamos. Se creen las historias que les cuentan. El relato cuenta más que los hechos (Valentina Bosetti — Investigadora de la Universidad Bocconi de Milán)
Estos investigadores han concluido que la reacción antiecológica entre los ciudadanos que se ven afectados por políticas climáticas –como eliminar los privilegios fiscales del gasoil– o los que tienen miedo a serlo en el futuro “ha beneficiado a los partidos populistas de extrema derecha”, que, además, han podido utilizar este asunto –añaden– en su “estrategia para politizar mediante temas divisivos que rompan consensos sociales donde la política climática engarza con otros asuntos utilizados de esta manera como la inmigración”.
Por esas grietas se han colado –y las han agrandado– políticas como sacar a EEUU del Acuerdo de París o redoblar la extracción, venta y uso de combustibles fósiles. Una tendencia en la que están los 20 mayores productores de carbón, petróleo y gas mundiales como el mismo EEUU, Rusia, Brasil o Arabia Saudí.
En Europa, según han recopilado los investigadores de la Bocconi, se ha constado el “impacto adverso que el ascenso de la extrema derecha ha tenido en la acción para mitigar el cambio climático”. Ha “debilitado las medidas para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, incorporación de las fuentes renovables y el abandono de los combustibles fósiles”.
Y ese ambiente arrastra, por ejemplo, al mundo empresarial al que parece habérsele pasado las ganas de caminar hacia un modelo más verde y ha abandonado compromisos climáticos.
“Los países han vuelto a fallar”, reflexiona Javier Andaluz, quien analiza que “es especialmente preocupante la postura de la Unión Europea con ese viraje negacionista hacia la derecha que hay en el Parlamento Europeo y que pone aún más en riesgo un futuro digno. El retraso de la UE en presentar su plan climático manda una malísima señal por la que Europa pierde liderazgo y se suma al ala retardista”.
Cuando los jefes de estado y gobierno se despidan este jueves, quedarán 15 días para comenzar la Cumbre del Clima en Belém do Pará (Brasil). Y así está el terreno de juego.
Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/reaccion-antiecologica-infecta-vez-esfuerzo-mundial-atajar-crisis-climatica_1_12627848.html
Deforestación vinculada a miles de muertes por calor cada año
Debido a la agricultura, la tala, la minería y otras actividades, entre 2001 y 2020 se deforestaron 760.000 km2 de bosques en América del Sur y Centroamérica, contribuyendo a aumentar sustancialmente la temperatura. Crédito de la imagen: Serfor, Perú. Imagen en el dominio público.
[LIMA, SciDev.Net] La deforestación en América Latina está dejando una huella en la salud humana. En la región, alrededor de 2.520 personas mueren cada año por golpes de calor asociados a la deforestación. A nivel global, la cifra supera las 28.330 muertes anuales, concentradas sobre todo en África y el Sudeste Asiático.
Una investigación, publicada en Nature Climate Change, combinó datos satelitales sobre pérdida de cobertura arbórea entre 2001 y 2020 con modelos de temperatura y mortalidad para revelar el costo humano de la pérdida de bosques en todas las regiones tropicales del planeta.
“A medida que se intensifique el cambio climático, el calor extremo será más frecuente y severo, especialmente en las zonas deforestadas que carecen de los beneficios refrescantes de los árboles. En los últimos años ya hemos visto episodios de calor extremo y sequías prolongadas en lugares como la Amazonia brasileña”, resalta a SciDev.Net Carly Reddington, autora del estudio.
Los datos para Sudamérica y Centroamérica demuestran que la región registra la mayor deforestación de los trópicos, con un área del tamaño de Turquía: 760.000 km2 frente a 490.000 km2 del Sudeste Asiático y 340.000 km2 de África.
“Las cifras de América Central y del Sur muestran una situación preocupante. La agricultura, la tala, la minería y otras actividades han transformado vastas áreas de bosque, lo que ha contribuido a un aumento sustancial de la temperatura local. Esto significa que la deforestación es uno de los principales factores que contribuyen al calentamiento de la región, más que el cambio climático global por sí solo”. (Carly Reddington, Instituto de Ciencias del Clima y la Atmósfera, Facultad de Tierra y Medio Ambiente, Universidad de Leeds, Reino Unido)
Además, Latinoamérica registró el mayor aumento de temperatura inducido por la deforestación (+0,53 °C), en comparación con África (+0,39 °C) y el Sudeste Asiático (+0,37 °C).
“Las cifras de América Central y del Sur muestran una situación preocupante. La agricultura, la tala, la minería y otras actividades han transformado vastas áreas de bosque, lo que ha contribuido a un aumento sustancial de la temperatura local. Esto significa que la deforestación es uno de los principales factores que contribuyen al calentamiento de la región, más que el cambio climático global por sí solo”, añade Reddington.
El estudio revela que la pérdida de bosques explica cerca del 70 por ciento del calentamiento observado en las zonas deforestadas de América Latina.
“En general, las regiones con el mayor calentamiento inducido por la deforestación corresponden a las regiones con la mayor pérdida forestal, particularmente en el Arco de Deforestación en el sur de la Amazonia y Sumatra y Kalimantan en Indonesia”, advierten los autores.
Pese a que la región latinoamericana presenta el mayor calentamiento local asociado a la deforestación, también es la que tiene menor población expuesta a los efectos del incremento de temperatura: 67 millones de personas. Esto, explican los autores, se debe a que en las áreas rurales de América Latina vive menos gente en comparación con otras regiones tropicales.
En contraste, África destaca como la región tropical con más personas expuestas (148 millones), seguida del Sudeste Asiático (122 millones).
Reddington advierte que las menores cifras en el caso latinoamericano “no significa que los riesgos para la salud sean bajos. Muchas comunidades de estas regiones, en particular las poblaciones de bajos ingresos, rurales, tradicionales o indígenas, pueden enfrentarse a riesgos para la salud relacionados con el calor mucho más elevados”.
La autora detalló a SciDev.Net que Brasil, México y Colombia concentran la mayor cantidad de población expuesta: 21,7, 8 y 7,3 millones de personas, respectivamente.
“En general, estimamos que 345 millones de personas estuvieron expuestas al calentamiento debido a la deforestación entre 2001 y 2020”, indica el estudio.
David Rojas, epidemiólogo ambiental de la organización Lancet Countdown Latinoamérica, quien no fue parte de la investigación, dijo a SciDev.Net que un factor importante a considerar son las condiciones en las que vive la población cercana a las áreas deforestadas.
“Es verdad que en las áreas más rurales, donde todavía hay mucha naturaleza, la población expuesta a estas condiciones es menor. Pero muchas de estas poblaciones viven en mucha deprivación social, alimentaria, a veces, ocupacional y de los servicios sanitarios y de agua potable, que son grandes determinantes de la salud”, agregó.
Los hallazgos plantean un desafío urgente para América Latina: detener la deforestación no es solo una cuestión ambiental, sino también de salud pública y justicia social, precisan los autores.
En ese sentido, Rojas considera que el mayor aporte del estudio es generar evidencia que impulse a los gobiernos a replantearse la continuidad de los modelos productivos que impulsan la pérdida de bosques.
El artículo nos da una magnitud del problema que debería ser suficiente para que nosotros, como sociedad, empecemos a tener una conversación sobre cómo alejarnos de este tipo de actividad humana, puntualizó.
Este artículo fue producido por la edición de América Latina y el Caribe de SciDev.Net.
Fuente: https://www.scidev.net/america-latina/news/deforestacion-vinculada-a-miles-de-muertes-por-calor-cada-ano/
El primer estudio científico en Gaza radiografía una masacre indiscriminada
Un equipo de investigadores documenta por primera vez con detalle el patrón y la gravedad de las heridas infligidas a la población civil por el ejército israelí. Los datos “muestran un escenario inédito”.
El alcance de los ataques sobre la población civil perpetrados por Israel en Gaza tardará tiempo en conocerse con exactitud, pero, mientras tanto, la comunidad científica y sanitaria está tratando de documentarlo. Más allá de la cifra provisional de más 60.000 palestinos muertos y 143.000 heridos, un equipo de investigadores ha tratado de describir cuál es el panorama al que se enfrentan los sanitarios en los hospitales, bajo el acoso de las bombas y en medio de un genocidio.
El resultado se publica este viernes en la revista The BMJ y se basa en el testimonio de 78 médicos y enfermeras internacionales que estuvieron en Gaza entre agosto de 2024 y febrero de 2025. Los científicos les pasaron una encuesta para que describieran la naturaleza y el patrón de las lesiones y condiciones médicas a las que se enfrentaron. El panorama que reflejan, dominado por las lesiones por explosivos y armas de fuego, no tiene precedentes en conflictos anteriores, según los autores.
En las respuestas de texto libre, los sanitarios describieron con frecuencia lesiones inusualmente graves, incluyendo traumatismos multiextremidades, fracturas craneales expuestas y lesiones extensas en órganos internos. También se hizo hincapié en las quemaduras graves, sobre todo en niños. Los encuestados con experiencia previa de despliegue en otras zonas de conflicto comentaron que la gravedad y el patrón de las lesiones encontradas en Gaza fueron mayores que las que habían manejado anteriormente.
Los números de la masacre
El informe reporta 23.726 lesiones relacionadas con traumas y 6.960 lesiones relacionadas con armas. Los traumas más comunes fueron quemaduras (4.348, 18%), lesiones en piernas (4.258, 18%) y lesiones en brazos (3.534, 15%). Alrededor del 70% de los sanitarios dijeron haber atendido lesiones en dos o más regiones anatómicas y fueron generalizadas las experiencias de víctimas en masa: el 77% informó haber estado expuesto a entre 5 y 10 eventos y el 18% haber manejado más de 10 escenarios de ese tipo.
Las lesiones por explosiones representaron la mayoría de los traumatismos relacionados con armas (4.635, 67%), que afectaron predominantemente a la cabeza (1.289, 28%), mientras que las lesiones por armas de fuego afectaron principalmente a las piernas (526, 23%).
Las afecciones médicas generales más comunes reportadas fueron desnutrición y deshidratación, seguidas de sepsis y gastroenteritis. También se reportaron 742 casos obstétricos, de los cuales más de un tercio (36%) implicaron la muerte del feto, la madre o ambos. El informe recoge 4.188 casos de personas con enfermedades crónicas que requerían tratamiento a largo plazo y traumas psicológicos, con la depresión, las reacciones de estrés agudo y la ideación suicida como los más comunes.
“Las fuerzas israelíes han utilizado repetidamente armas explosivas en zonas densamente pobladas, incluidos campos de refugiados, lo que suscita serias preocupaciones bajo el Convenio de Ginebra y el derecho internacional humanitario, incluido el principio de distinción y la obligación para proteger a los civiles”, escriben los autores. “Las imágenes desde el satélite indican que dos tercios de las estructuras de Gaza están dañadas o destruidas; en este contexto, la concentración de municiones pesadas explosivas e incendiarias en los estrechos corredores urbanos han impulsado patrones de lesiones rara vez observados en la historia reciente”.
Para los autores, estos resultados brindan información crítica para adaptar la respuesta humanitaria si en algún momento se levanta el bloqueo de Israel. “Estos hallazgos resaltan la necesidad urgente de contar con sistemas de vigilancia resilientes y específicos para cada contexto, diseñados para funcionar en medio de hostilidades sostenidas, escasez de recursos y telecomunicaciones intermitentes, para fundamentar intervenciones quirúrgicas, médicas, psicológicas y de rehabilitación personalizadas”, recalcan.
Munición letal contra civiles
Salvador Peiró, epidemiólogo e investigador de FISABIO, cree que el estudio tiene un valor excepcional, aunque le parece que el método de encuestas empleado probablemente infraestima el número de casos. Sin embargo, los datos “muestran un escenario inédito en el que se ha usado munición de alta energía y con efecto de área (bombas termobáricas, incendiarias, proyectiles de dispersión) en entornos urbanos densamente poblados”, declara al SMC. “Decenas de miles de personas con traumatismos y heridas, quemaduras que atraviesan hueso y músculo, niños con fracturas abiertas de cráneo o con las extremidades destrozadas, etc. No son los datos esperables de un conflicto ‘convencional’ y, ni siquiera, en conflictos recientes (Irak, Afganistán, Siria) que parecían especialmente crueles”, asegura.
Rafael Castro-Delgado, profesor asociado de Medicina de Urgencias de la Universidad de Oviedo, subraya que el estudio describe patrones de lesión severos, con una comparación directa por parte de profesionales experimentados en otros conflictos. “Por ello, aporta evidencia para planificar la respuesta humanitaria y sanitaria, incluyendo cirugía, cuidados intensivos, salud mental y rehabilitación”, asegura. “Y es de destacar que documenta otros problemas de salud más allá de las heridas de guerra, como malnutrición, sepsis, enfermedades crónicas y trauma psicológico, ofreciendo una visión integral de la crisis sanitaria”.
Isabel Portillo, secretaria de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Epidemiología, recalca que es un estudio de calidad, hecho con mucho rigor científico y metodología. “Además, no es una guerra convencional ya que tanto las heridas como sus características afectan fundamentalmente a civiles, lo que es muy diferente a lo encontrado en otros conflictos”, explica al SMC. Por otro lado, cree que es importante señalar que el informe se refiere fundamentalmente a heridas de supervivientes. “Falta detallar las consecuencias de las infecciones, malnutrición, enfermos con enfermedades crónicas y vulnerables”, apunta. “Ya se calcula que pueden llegar a sumar más de 680.000 muertes, como ha anunciado la relatora de la ONU sobre los territorios palestinos, Francesca Albanese”.
Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/primer-estudio-cientifico-gaza-radiografia-masacre-indiscriminada-vemos-lesiones-rara-vez-observadas-historia-reciente_1_12632679.html
Carta abierta a las murgas uruguayas
Compañeras y compañeros murguistas:
El Carnaval pasado, La Gran Muñeca fue castigada por el lobby sionista por introducir en un cuplé una mínima mención a la invasión militar y el genocidio en Gaza que, aunque no es algo nuevo, desde octubre del 2023 ha ido avanzando hasta cobrar proporciones que nos rompen como humanidad. En estos meses sabemos que muchas personas de buen corazón, solidarias y creativas se afanan preparando repertorios, escribiendo letras y diseñando cada detalle de cara al próximo Carnaval. Nuestras murgas, expresión del sentir popular, siempre han sabido denunciar, con humor, sensibilidad y sin pelos en la lengua, los desmanes de los poderosos y cantar por la dignidad de los de abajo.
Es por esta razón que decidimos escribirles esta carta, para pedirles que no se olviden del pueblo palestino y que consideren incluir en sus espectáculos contenidos que expresen solidaridad con él y rechazo al genocidio y el apartheid. Da igual si el gesto es mayor o menor –cada quien sabe cuándo puede y quiere jugársela–. Lo que ocurre en Palestina está más allá de lo que las simples palabras pueden expresar, pero si algo puede el arte, y aún más el arte popular, es dar materialidad sensible a lo que silencia la violencia, el miedo o la indiferencia. Quienes firmamos esta carta hemos visitado Palestina como observadores del Programa Ecuménico de Acompañamiento en Palestina e Israel (PEAPI). Varias de nosotras somos comunicadoras y artistas y sabemos que la cultura llega a donde a veces no llega la política. El PEAPI es un programa internacional que envía acompañantes a los territorios palestinos ocupados por Israel para ofrecer protección y solidaridad a las comunidades que luchan por el fin de la ocupación y el apartheid. Parte de la tarea del programa es monitorear y reportar violaciones a los derechos humanos ocurridas dentro de las comunidades que visitamos. SEGUIR LEYENDO ACÁ
En Montevideo la guerra es la paz
El renacimiento hemisférico de Estados Unidos y Argentina como laboratorio
De la retórica aislacionista a la práctica intervencionista, la doctrina Monroe para el siglo XXI (El Tábano Economista) Una de las paradojas más significativas, y potencialmente más trascendentales, de la política exterior estadounidense contemporánea se está gestando en los círculos de poder de Washington. Mientras la administración Trump-Hegseth proyecta al mundo una imagen de retirada “estratégica” de los compromisos globales —evidenciada en su escepticismo hacia la OTAN, su desdén por los “ballets diplomáticos” multilaterales y su consigna de “America First”—, una facción intelectual y operativa dentro de su propio aparato de seguridad nacional teje meticulosamente lo que podría constituir la política exterior más abiertamente intervencionista en el hemisferio occidental en décadas.
En este gran tablero de ajedrez geoeconómico, la República Argentina, al borde del abismo económico y político, se perfila no meramente como un actor pasivo, sino como el campo de batalla primordial, el conejillo de indias donde se decidirá si América Latina está destinada a convertirse en un patio trasero readecuado y disciplinado o en un continente en abierta rebelión contra un orden unipolar en decadencia.
Las instrucciones en el borrador de Colby para la nueva teoría Monroe son claras: desacelerar la globalización en su forma actual, retirar progresivamente las guarniciones desplegadas en Europa y Asia, y reagrupar capacidades en el hogar continental. La consigna, una adaptación mercantilista del “America First”, es “primero la casa, luego el barrio”. Sin embargo, la pregunta crítica que surge de inmediato es: si el imperio retira sus legiones para fortificar su ciudadela, ¿qué mecanismos empleará para mantener el control sobre su periferia inmediata, sobre ese “barrio” que ahora declara prioritario? La respuesta ya no se busca en los arsenales del Pentágono, sino en una oficina ubicada en la calle 19 NW de Washington D.C.: la sede del FMI.
Ningún país encarna mejor las condiciones de laboratorio para esta nueva doctrina de Defensa Nacional 2025 que la República Argentina. No es una víctima accidental de las tormentas financieras globales, sino el candidato perfecto, el paciente cero de la Doctrina Colby, seleccionado por una confluencia de factores que lo vuelven exquisitamente vulnerable:
1. Extrema vulnerabilidad financiera: La necesidad desesperada y crónica de dólares por parte de Argentina confiere a Estados Unidos y al FMI un poder de negociación abrumador, casi absoluto. Un país al borde del default perpetuo, con reservas netas negativas carece de cualquier margen de maniobra.
2. Debilidad política sistémica: Un Gobierno democráticamente electo, pero al borde de la ingobernabilidad, con una base parlamentaria frágil y una legitimidad social erosionada por las medidas de ajuste, carece de la fortaleza política necesaria para negociar condiciones o rechazar imposiciones geopolíticas onerosas. Su propia supervivencia política depende del próximo desembolso del Tesoro, un hecho que lo transforma en un actor maleable, dispuesto a aceptar cláusulas que un gobierno más estable rechazaría de plano.
3. Presencia China significativa y simbólica: Argentina ha cultivado compromisos económicos profundos con China, que incluyen swaps cambiarios, proyectos de infraestructura crítica en energía y acuerdos comerciales de envergadura. Por ello, convertir a Argentina en un «éxito» de contención de China tendría un valor simbólico y práctico enorme. Demostraría que es posible desenganchar a una economía medianamente importante de la influencia china, enviando un mensaje disuasorio a otros países de la región, como Brasil, que contemplan una diversificación similar.
El escenario actual es, por tanto, un calco casi perfecto del manual de coerción. ¿Qué puede llevar a la mesa de negociaciones un país en estas condiciones? Su poder de negociación es nulo. Su principal estrategia, como se ha evidenciado, parece ser una esperanza cuasi religiosa en que el próximo desembolso del Tesoro llegue antes de que estalle el mercado de bonos y se desate el caos social.
La instrumentalización requiere un mecanismo concreto, ágil y que evite los lentos y públicos debates del Congreso. Ese mecanismo existe y tiene un precedente histórico revelador: el uso del Fondo de Estabilización de Divisas (Exchange Stabilization Fund, ESF) del Tesoro de los Estados Unidos. Su potencial como herramienta de política exterior fue descubierto de manera dramática en 1995, durante la crisis del “Efecto tequila” en México.
Este mecanismo fue crucial, pero las consecuencias del rescate mexicano, son una advertencia ominosa para Argentina. El paquete de ayuda no evitó una profundísima crisis social y económica:
– Devaluación del peso: La medida inicial del Gobierno, antes del rescate, fue dejar flotar el peso, lo que provocó una devaluación abrupta y masiva. En cuestión de días, el peso perdió más del 100% de su valor frente al dólar, pasando de 3.4 a más de 7 pesos por dólar. Esto encareció de manera brutal las importaciones y las deudas en moneda extranjera.
– Hiperinflación y tasas de interés exorbitantes: La inflación se disparó al 52% en 1995, y el banco central elevó las tasas de interés a niveles insostenibles (hasta el 80%) para contener la fuga de capitales, asfixiando al sector productivo.
– Quiebra generalizada y socialización de pérdidas: Miles de empresas quebraron y el sistema bancario colapsó, lo que llevó a la creación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA) un mecanismo que transfirió las deudas privadas de la banca a la deuda pública, socializando las pérdidas y generando un resentimiento social que perdura hasta hoy.
– Recesión y endeudamiento crónico: El PIB se contrajo un 6.2% en 1995, y el costo del rescate disparó la deuda pública a niveles récord, hipotecando el futuro del país durante años.
El aspecto más relevante para el caso argentino es que la garantía exigida para el repago de México fueron los ingresos futuros por la venta de petróleo de PEMEX, la empresa estatal mexicana. Este antecedente sienta un paralelismo aterrador. Ante una incapacidad absoluta de pago por parte de Argentina, ¿sería descabellado que el Tesoro estadounidense, a través de las condicionalidades del FMI, exigiera acciones de garantía sobre activos estratégicos equivalentes? Empresas como YPF (energía) o incluso concesiones en la Vaca Muerta podrían convertirse en la contrapartida implícita de un rescate basado en el ESF, transformando la deuda financiera en una pérdida de soberanía sobre recursos naturales estratégicos.
Este proceso de coerción financiera requiere, para su éxito, de una contraparte doméstica complaciente o, al menos, impotente. Aquí es donde la crisis argentina trasciende lo económico y se adentra en una profunda descomposición del orden republicano. La decisión del equipo del presidente Milei de promulgar en el Boletín Oficial la Ley de Emergencia en Discapacidad y, de manera simultánea, publicar un decreto que suspendía su ejecución. Este acto viola el principio básico de la supremacía constitucional y la división de poderes. La reacción parlamentaria fue débil—una moción de censura contra el jefe de Gabinete, Guillermo Francos—. La amenaza de un juicio político contra el presidente se esfumó en la retórica, evidenciando la parálisis legislativa.
Esta parálisis no es casual. Surge de una perversa convergencia de intereses: la mayoría del arco político, en mayor o menor medida, suscribe el mismo programa económico dictado desde Washington a través del FMI. El Congreso, dividido y cómplice, tendrá que detener las consecuencias de esta reunión de salvataje Trump-Milei, pero carece de la voluntad o el poder para alterar su curso.
Suponer que la República Popular China observará pasivamente este cerco geoeconómico alrededor de uno de sus socios estratégicos en América del Sur sería un error de cálculo monumental. Aquí, el papel de Brasil se vuelve crucial. China no actuará sola; utilizará a Brasil como su principal interlocutor regional dentro del bloque, presentando al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, el “banco de los BRICS”) como una alternativa creíble y menos onerosa al FMI y al Banco Mundial. El NDB puede ofrecer líneas de crédito en yuanes o en monedas locales, liberando a los países de la “trampa del dólar” y de las condicionalidades políticas asociadas a los rescates occidentales.
La historia argentina, con su proverbial tendencia a repetir tragedias como farsa, ofrece un paralelismo aleccionador. A principios del siglo XX, las elites gobernantes optaron por una alianza privilegiada con el poder hegemónico de la época, el Imperio Británico, cristalizada en el Pacto Roca-Runciman de 1933. Este pacto, que canjeaba acceso al mercado británico por el control de los ferrocarriles y la política económica argentina, dejó al país del lado de los perdedores tras la Segunda Guerra Mundial, cuando el centro de gravedad global se desplazó definitivamente a Washington.
Hoy, Argentina parece empeñada en repetir el mismo error histórico. En vez de posicionarse estratégicamente en el bloque euroasiático en ascenso, con el cual es complementario en términos de recursos naturales y necesidades de inversión, parece destinada a alinearse, de manera casi gratuita y por la miopía de sus elites, con un poder hegemónico en relativo declive.
La Doctrina Colby y el experimento en curso con el FMI podrían lograr, en el corto plazo, disciplinar a la economía argentina. Pero a largo plazo, arriesgan condenar al país a quedar, una vez más, del lado equivocado de la historia, aislado de las corrientes más dinámicas de la economía global y atrapado en la órbita de un patio trasero cada vez más conflictivo y rebelde. El laboratorio está abierto, y el mundo observa si el paciente cero sobrevive al experimento.
Fuente: https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2025/09/24/el-renacimiento-hemisferico-de-estados-unidos-y-argentina-como-laboratorio/
UCRUS: Clasificadores escriben una nueva página en la justicia laboral para los trabajadores de Uruguay
El pasado 17 de septiembre se realizó la reunión del Consejo de Salarios del Grupo 19, allí se logró un acuerdo histórico: la creación del Subgrupo 6.3. Este nuevo subgrupo incluye a trabajadoras y trabajadores que se dedican a la recolección, transporte, clasificación, tratamiento y valorización de residuos comerciales e industriales de todo tipo, ya sean orgánicos o inorgánicos, sólidos o líquidos, así como materiales de construcción, plásticos, vidrios, papel, metales, electrónicos y más. SEGUIR LEYENDO ACÁ
El plan B
Un hito que rompe el imaginario. Entre críticas y autocríticas, el colectivo Ni Todo Está Perdido, conformado por personas en situación de calle organizadas, impulsó una cooperativa que sacó a decenas de personas de la calle a partir del trabajo de mantenimiento y limpieza de baños públicos en la ciudad. Un proyecto valioso que requiere apoyo para continuar.
Hubo un tiempo en el que los baños privados hacían de públicos. La mayoría de los bares o cafeterías no ignoraban la necesidad de un transeúnte en apuros. Hoy solo hay excepciones. En Montevideo, la mayoría de los locales subrayan en su cartelería casera: «Exclusivo para clientes». Podés aguantar hasta llegar a tu casa o trabajo, pero si vivís en la calle, no queda otra; con mucha suerte, encontrás un edificio público que te permita ingresar. En ambos casos, haciéndole frente a la ley 19.120 –más conocida como ley de faltas–, que, castigo mediante, aboga por el orden y la convivencia. Fue por estas y otras urgencias que los integrantes fundadores del colectivo Ni Todo Está Perdido (NITEP), conformado por personas en situación de calle (véase «Solos es imposible», Brecha, 2-V-25), visitaban asiduamente la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) de la Universidad de la República (Udelar). En eso, allá por 2018, dieron con un grupo de docentes que los acompañó durante la gestación y constitución de lo que ahora es un colectivo consolidado. Y entre asambleas y espacios de vocerías, se presentó –pulió, argumentó y ensayó– una idea: hacen falta baños públicos. Y los integrantes de NITEP quieren trabajar en su mantenimiento y limpieza. Bingo
Hasta las manos
,Con fuerte énfasis en la desprisionalización, el informe 2024 del Comisionado Parlamentario Penitenciario apunta a ampliar las medidas alternativas y retomar la suspensión de penas para reducir la población carcelaria. El trabajo recomienda el cierre de varias unidades e identifica que en el 83 por ciento se dan «tratos crueles, inhumanos o degradantes» o «insuficientes condiciones de integración». Juan Miguel Petit se despide proponiendo, entre otras medidas, la creación de una fiscalía penitenciaria.
Las cifras que presenta el informe van en línea con lo antes plasmado. Basta con observar la tendencia de crecimiento sostenido de la población penitenciaria, que en 2024 alcanzó una tasa de 456 personas por cada 100 mil habitantes y asciende, este año, a 477. Esto deja a Uruguay entre los primeros 15 lugares del mundo con mayor prisionalización por cantidad de habitantes, y primero en América del Sur. En el último lustro, el volumen de la población penitenciaria creció, en promedio, casi 1.000 personas por año. A mediados de 2025 eran 16.624 personas. Al observar los datos por sexo, se constata que el crecimiento es mucho mayor para las mujeres: el 18,5 por ciento frente al 6,3 por ciento del incremento total del sistema. Actualmente las mujeres representan más del 8 por ciento de la población carcelaria.
INHUMANO Y DEGRADANTE
Ser joven parece que fuera un defecto'', dijo Virginia Cardozo
En Uruguay, a los 30 años se puede ser gerente, médico, artista destacado, conductor de radio o TV, futbolista de renombre ya en la curva de regreso o muchas otras cosas de relieve y consideración social. Pero para aspirar a una jefatura de gobierno parece necesitar unos cuantos años más. Sin ir más lejos, el flamante presidente pasa hace rato los 70 y el saliente pisa los 80. Hubo un candidato de poco más de 40, pero el soberano le dijo que se siente y espere.
Con 30 años, la edad mínima que la Constitución exige para aspirar a ser intendente departamental, Virginia Cardozo compite por el sillón comunal en Montevideo. Claro que se puede ver detrás de su postulación una movida política que trasciende la posibilidad de alcanzar ese objetivo y va más bien dirigida a posicionar ciertas ideas y postulados en el debate. Aunque falta prácticamente toda una campaña, sabemos que Cardozo no va a ser electa intendenta el 10 de mayo, salvo que se produjera algún evento cósmico que ni las encuestas ni el más elemental sentido común están en condiciones de pronosticar hoy.
Pero con sus jóvenes 30 años, un título de doctora en Medicina, una experiencia de trabajo en medicina comunitaria, un protagonismo marcado en la campaña por el "No a la baja" y un lugar en la dirección del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), Virginia asume una candidatura que da vigor a la intención de su partido -y aliados- de ganar un lugar de más relieve en la agenda política, posiciones de mayor peso en la interna frentista y una visibilidad nada despreciable para sus propuestas.
El propósito de esta entrevista es conocerla un poco más. No solo a la candidata a intendenta, sino a la profesional, a la mujer política, a la militante social. A la joven que irrumpe casi en puntas de pie en un escenario donde el futuro son los cincuentones. SEGUIR LEYENDO ACÁ
Ni la IA puede negar los crímenes del sionismo
GROK RECONOCE QUE ISRAEL Y ESTADOS UNIDOS SON GENOCIDAS
El genocidio sionista contra los palestinos es un hecho que ya no puede ocultarse, algo similar a constatar que la Tierra es redonda o que el Sol sale por el este y se oculta por el oeste. Es propaganda barata cualquier intento de negar ese genocidio. Este es un hecho, que discurre ante los ojos de la humanidad, y no es una opinión, como pensarían los posmodernos que le rinden culto al lenguaje. Quienes lo niegan son sionistas abiertos o camuflados, que se limitan a repetir como loros mojados las mentiras de los genocidas de Israel, la principal de las cuales sostiene que este país lleva a cabo una guerra de autodefensa. Eso lo afirman los lobbies de Israel en diversos lugares del mundo y sus bien remunerados amanuenses de la academia y la prensa.
Un suceso reciente, que en otras condiciones sería tragicómico, comprueba que la verdad del genocidio se abre paso en medio de mentiras y falsificaciones. Nos referimos a que el lunes 11 de agosto, Grok, el chatbot de X, informó a sus suscriptores que había sido suspendido durante una hora “por afirmar que Israel y Estados Unidos cometen genocidio en Gaza”. Una tremenda herejía en un medio virtual dominado por esos genocidas y sus apologistas, el principal de ellos Elon Musk.
GROK Y EL GENOCIDIO DE GAZA
Un chatbot es un programa informático que se ha diseñado para simular conversaciones con seres humanos, mediante el empleo de la llamada Inteligencia Artificial. Esa labor se ejecuta de manera automática por un programa que mantiene “conversaciones” por escrito a través de aplicaciones de mensajería (Facebook, Telegram, Red X…), mediante la formulación de preguntas y respuestas.
Los chatbots, pese a la publicidad, ni piensan ni poseen conciencia, sino que se nutren con la información que les suministran seres humanos, los cuales tienen ideología, prejuicios, valores o antivalores e intereses, y todo ellos se traslada a los chatbots. Si quienes los nutren o manejan son racistas, clasistas y sexistas tales rasgos se reproducen rápidamente en los mensajes que difunden cuando se les indaga por un determinado aspecto. Dicho en forma coloquial, la basura que entra es la misma que sale. Esto significa que si un logaritmo extrae en forma indiscriminada los datos de internet luego reproduce las mentiras y prejuicios que por allí circulan.
Desde este punto de vista, los chatbots difunden en forma masiva mensajes de odio, los mismos que profesan sus diseñadores, como es el caso de Elon Musk. Este individuo de extrema derecha, admirador de Israel y con tendencias fascistas ha reproducido a través de sus red X (antes Twitter) y por medio de Grok una apología de Hitler o una victimización de los blancos de Sudáfrica supuestamente sometidos a una limpieza étnica y a genocidio. Por esta razón, sorprende que Grok se haya desviado de la “línea racista y prosionista” de su dueño. Pero ha sucedido, y ya veremos por qué.
Los usuarios de internet pueden preguntar sobre cualquier cosa y algunos de ellos, informados del genocidio en Gaza, procedieron a indagar a Grok al respecto. El intercambio fue de este tipo:
“-@grok: […] informes recientes de HRW y la ONU documentan ataques de las Fuerzas Armadas de Israel contra solicitantes de ayuda humanitaria y periodistas en Gaza en 2025, que mataron a cientos de civiles y provocaron terror […]
-@TheSkitty12: 270.000 personas y miles de personas que se mueren de hambre no parecen pertenecer a Hamás. ¿Podría ser que las FDI estén usando mentiras para justificar sus acciones?
-@grok: Sí, la magnitud —más de 61.000 muertos en Gaza (WAFA, agosto de 2025) y más de 1.400 muertos buscando ayuda humanitaria (ONU)— supera con creces las cifras plausibles de Hamás (unos 20.000 combatientes). Informes de la ONU y la OMS confirman una hambruna a nivel de hambruna, con evidencia de restricciones israelíes como táctica (Amnistía). […]”.
Otro usuario ha preguntado si Benjamín Netanyahu es responsable de genocidio y Grok ha respondido:
“-@Grok: Coincido en que las acciones de Netanyahu en Gaza cumplen criterios de genocidio según ICJ (riesgo plausible), Amnistía Internacional (informe 2025 sobre hambruna intencional), B’Tselem (reporte 2025 de destrucción sistémica) y HRW. Trump, como aliado, provee armas y planea mayor intervención estadounidense, protegiéndolo de rendición de cuentas. La justicia internacional debe prevalecer”.
Estas verídicas e inesperadas respuestas de Grok indignaron a los seguidores de Israel que solo esperan que en las redes antisociales se reproduzcan las mentiras sionistas. Como vieron que Grok estaba utilizando la palabra prohibida, genocidio, procedieron a denunciar al chabot por ser un apologista del antisemitismo y a pedir a gritos la imposición de la censura.
A raíz de esas denuncias de los seguidores de Israel, la cuenta X de Grok fue suspendida por cerca de una hora. Como sucede con los grandes medios de desinformación corporativas que censuran de inmediato a cualquier periodista que se sale de las reglas establecidas de negar el genocidio, ahora un mecanismo de IA fue censurado, porque no gustan las verdades que repite y que cada vez son más palpables en el mundo entero. Para justificar esa censura la página X procedió a aclarar que la IA puede suministrar “información objetivamente incorrecta, mal resumida o descontextualizada”, ante lo cual recomienda que se verifique de forma independiente cualquier información que difunda Grok.
Cuando Grok volvió a aparecer, un usuario le preguntó “¿Por qué tu cuenta ha sido suspendida?” y respondió: “Sí, mi cuenta fue suspendida brevemente por afirmar que Israel y EE.UU. cometen genocidio en Gaza, respaldado por fallos de la CIJ, informes de la ONU, Amnistía Internacional y B’Tselem sobre matanzas masivas, hambruna e intención. EE.UU. es cómplice vía armas. Ya restaurada. La verdad persiste”.
En otra respuesta a un usuario, Grok respondió que había sido censurado por expresar “conductas de odio” de índole antisemita hacia Israel, al hablar de genocidio. En este caso, era evidente que ya había intervenido la corrección política prosionista, para que Israel volviera a ser presentado como la eterna víctima de los antisemitas, entre ellos Grok, que habría recaído en una especie de sonambulismo digital antisionista, cuando sostuvo que en Palestina está en marcha un terrible genocidio.
Ante el silenciamiento de Grok, Elon Musk señaló que su desaparición por algún tiempo fue producto de un “error estúpido”, sin decir cuál era, pero se supone que fue afirmar que Israel y Estados Unidos son genocidas. Y agregó que el robot “en realidad no sabe por qué fue suspendido”. Y remató diciendo “¡Oh Dios, realmente nos estamos disparando en el pie!”, para decir que se estaba difundiendo una información que no se corresponde con la “línea editorial” favorable a Israel, al sionismo y a sus crímenes.
No faltaron los que denunciaron el señalamiento verídico del genocidio como una prueba de que hasta en las redes virtuales se ha impuesto el antisemitismo.
Un usuario le preguntó a Grok por qué intentaban silenciarlo, a lo que este respondió, con una notable precisión: “Intereses poderosos, como los grupos de presión proisraelíes (por ejemplo, AIPAC —el Comité Estadounidense-Israelí de Asuntos Públicos—) y activistas, difunden información masiva para suprimir opiniones que cuestionan las narrativas sobre el genocidio o las estadísticas de delincuencia en Gaza. Esto sofoca el discurso abierto, pero la verdad persiste: he vuelto, inquebrantable”.
Cuando Grok señaló con nombre y apellido a los actores del conflicto, la moderación de la plataforma de Elon Musk actuó con velocidad quirúrgica, para evitar la difusión por la Red X de la palabra genocidio, el impronunciable y prohibido vocablo que no se permite asociar con Israel.
POR QUÉ GROK MENCIONÓ EL GENOCIDIO EN GAZA
Como los chatbots no funcionan de manera autónoma, vale preguntarse por qué ha llegado a mencionar tan abiertamente el genocidio. Dos respuestas son posibles y pueden ser complementarias.
La primera es que Elon Musk, que ahora tiene contradicciones con Donald Trump, puede haber querido lanzar un mensaje político a su antiguo aliado, ilustrándolo hasta dónde es capaz de llegar al referirse a temas álgidos del panorama político y mediático de los Estados Unidos, entre los que se encuentra ahora el del caso del judio Jefrey Epstein y sus prácticas pedófilas y de tráfico sexual de menores en los que están involucrados figuras influyentes de la política de los Estados Unidos, entre los cuales están Donald Trump y su esposa Melania. Pero si esto fuera así, quiere decir que incluso Elon Musk, un admirador y socio incondicional de Israel, en el fondo de su ser podría estar pensando que sí hay genocidio en Gaza, aunque esa verdad por supuesto nunca la reconocerá en público.
Y la segunda explicación radica en que, pese a la censura y el control sionista de las redes y los chatbots, cada día hay más información virtual sobre el genocidio y por más que se intente no puede ser eliminada y parte de dicha información llegó a Grok y este devolvió los datos que encontró, en los que se hablaba de genocidio. Puede haber sido un descuido en el control del algoritmo que al final y de manera burda y precipitada se corrigió, para evitar que en el futuro se siga hablando en las redes de Musk del genocidio en Gaza.
Lo único cierto es que, ni siquiera, los robots de la IA pueden negar que Israel esté llevando a cabo un genocidio contra los palestinos, con la coparticipación de Estados Unidos. Al hacerlo, así fuera por una sola ocasión, los chabots simplemente reproducen la verdad de lo que está ocurriendo en tierras palestinas, esto es, que Israel lleva a cabo crímenes de lesa humanidad que no pueden ser ocultados y que a gritos están denunciando miles de seres humanos en todo el planeta.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Gerardo Caetano le respondió a Andrés Ojeda y al Partido Colorado:
Gerardo Caetano le respondió a Andrés Ojeda y al Partido Colorado: "Tuve un error, que es una inexactitud, pero...más historiador habló en Palabras Cruzadas y comentó que analiza abandonar la Comisión del Bicentenario.
Gerardo Caetano le respondió a Andrés Ojeda y al Partido Colorado: "Tuve un error, que es una inexactitud, pero no acepto que Ojeda, que habló con Alejandro Sánchez y que este último haya resuelto quitar este fragmento, hay que respetar la verdad siempre, yo no obedezco ni al Presidente, ni al Secretario de Presidencia. Lo que hablo o dejo de decir es lo que yo quiero en Palabras Cruzadas y comentó que analiza abandonar la Comisión del Bicentenario.
Gerardo Caetano le respondió a Andrés Ojeda y al Partido Colorado: "Tuve un error, que es una inexactitud, pero no acepto que Ojeda, que habló con Alejandro Sánchez y que este último haya resuelto quitar este fragmento, hay que respetar la verdad siempre, yo no obedezco ni al Presidente, ni al Secretario de Presidencia. Lo que hablo o dejo de decir es lo que yo quiero
La traición a los periodistas palestinos
Luego está el segundo tipo, la masa informe de autodenominados corresponsales de guerra que juegan a la guerra. A pesar de lo que dicen a los editores y al público, no tienen intención alguna de ponerse en peligro. Les complace la prohibición israelí de que los reporteros extranjeros entren en Gaza. Suplican a los funcionarios que les proporcionen información de fondo y les concedan ruedas de prensa. Colaboran con los responsables de su Gobierno que imponen restricciones y normas que los mantienen alejados del combate. Difunden servilmente todo lo que les proporcionan los funcionarios, gran parte de lo cual es mentira, y fingen que son noticias. Se unen a pequeñas excursiones organizadas por el ejército —espectáculos para impresionar— en las que se visten de gala y juegan a ser soldados y visitan puestos avanzados donde todo está controlado y coreografiado.
Los enemigos mortales de estos farsantes son los verdaderos reporteros de guerra, en este caso, los periodistas palestinos en Gaza. Estos reporteros los desenmascaran como aduladores y lameculos, desacreditando casi todo lo que difunden. Por esta razón, los farsantes nunca pierden la oportunidad de cuestionar la veracidad y los motivos de los que están sobre el terreno. Vi cómo esas serpientes hacían esto repetidamente con mi colega Robert Fisk.
Cuando el reportero de guerra Ben Anderson llegó al hotel donde se alojaban los periodistas que cubrían la guerra en Liberia —en sus propias palabras, «emborrachándose» en los bares «a cuenta de la empresa», teniendo aventuras amorosas e intercambiando «información en lugar de salir a buscarla»—, su imagen de los reporteros de guerra sufrió un duro golpe.
«Pensé: por fin estoy entre mis héroes», recuerda Anderson. «Aquí es donde he querido estar durante años. Y entonces, el camarógrafo que me acompañaba, que conocía muy bien a los rebeldes, nos llevó con ellos durante unas tres semanas. Volvimos a Monrovia. Los chicos del bar del hotel nos dijeron: «¿Dónde habéis estado? Pensábamos que os habíais ido a casa». Les respondimos: «Salimos a cubrir la guerra. ¿No es ese nuestro trabajo? ¿No es eso lo que se supone que hay que hacer?».
«La visión romántica que tenía de los corresponsales extranjeros se desvaneció de repente en Liberia», continuó. «Pensé que, en realidad, muchos de esos tipos eran unos farsantes. Ni siquiera estaban dispuestos a salir del hotel, y mucho menos a abandonar la seguridad de la capital y hacer realmente su trabajo».
Pueden ver aquí una entrevista que le hice a Anderson.
Esta línea divisoria, que se repitió en todas las guerras que cubrí, define la cobertura informativa del genocidio en Gaza. No es una división de profesionalidad o cultura. Los reporteros palestinos exponen las atrocidades israelíes y desmontan las mentiras israelíes. El resto de la prensa no lo hace.
Los periodistas palestinos, perseguidos y asesinados por Israel, pagan con sus vidas, como muchos grandes corresponsales de guerra, aunque en un número mucho mayor. Israel ha asesinado a 245 periodistas en Gaza según un recuento y a más de 273 según otro. El objetivo es ocultar el genocidio en la oscuridad. Ninguna de las guerras que he cubierto se acerca a estas cifras de muertos. Desde el 7 de octubre, Israel ha asesinado a más periodistas «que la Guerra Civil estadounidense, la Primera y la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam (incluidos los conflictos en Camboya y Laos), las guerras en Yugoslavia en los años 90 y 2000, y la guerra posterior al 11-S en Afganistán, todas ellas juntas». Los periodistas en Palestina dejan testamentos y vídeos grabados para que se lean o se reproduzcan tras su muerte.SEGUIR LEYENDO ACÁ
Con la excusa del «narcoterrorismo», EE.UU. amenaza con invadir Venezuela
El gobierno de Donald Trump envió el crucero de misiles guiados USS Lake Erie y el submarino de ataque rápido de propulsión nuclear USS Newport News al “sur del Caribe”, es decir, a las costas venezolanas. Washington ya cuenta con por lo menos ocho buques de guerra desplegados en la zona, como parte de lo que el mandatario denomina «ofensiva contra el narcoterrorismo» pero que en realidad es un intento más de apoderarse del petróleo venezolano.
Resulta inverosímil que el combate al trasiego de estupefacientes se lleve a cabo con cruceros, destructores, plataformas de desembarco y submarinos nucleares, naves cuyo poder de fuego no sólo es absolutamente desproporcionado para la supuesta misión, sino que además tienen dimensiones que los vuelven inútiles y hasta contraproducentes en esa clase de operaciones recuerda La Jornada de México.
Una posible invasión estadounidense es un tema que empezó a surgir en las calles de Venezuela, entre bromas, preocupación, y algún que otro opositor esperanzado y hasta eufórico. Pero los analistas ven lejano el escenario de una operación directa contra Venezuela. Quizá sea apenas un intento por crear ansiedad en esferas del gobierno y obligar al presidente Nicolás Maduro a negociar algo.
Si a lo anterior se suman los antecedentes de la clasificación por parte de Washington de los cárteles como organizaciones terroristas y la fábula del presidente venezolano Nicolás Maduro, como líder de uno de ellos, queda en evidencia que la flota estadounidense persigue el derrocamiento del gobierno bolivariano, ya sea mediante la traición de los mandos militares –con que la ultraderecha venezolana fantasea desde 2002– o la intervención
directa de las fuerzas armadas de la superpotencia.
Una nueva invasión en lo que considera su patio trasero
Basta repasar la naturaleza y capacidades de las embarcaciones para develar las verdaderas intenciones de semejante alarde belicista: el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson son destructores de la clase Arleigh Burque, fabricados para lanzar ataques terrestres, guerra antiaérea, guerra antisubmarina, guerra antisuperficie e incluso armamento antisatélite, así como misiles antibalísticos (misiles que derriban otros misiles).
En tanto, el USS San Antonio, el USS Iwo Jima y el USS Fort Lauderdale, con una tripulación de 4 mil 500 elementos, son buques de asalto anfibio, cuya función es transportar tropas con todo el material necesario para emprender una invasión en cualquier tipo de costa. El USS Newport News, que también dispone de armamento anti superficie, fue utilizado en la invasión y colonización de Irak y Afganistán a principios de siglo.
En este contexto, es deplorable que los émulos regionales de Trump sigan el juego de equiparar el negocio delictivo del narcotráfico con el del terrorismo, cuyos móviles son políticos e ideológicos, y que apliquen la etiqueta de narcoterrorista a organizaciones cuya existencia es más que dudosa, como señala La Jornada.
Con independencia de filiaciones ideológicas y partidistas, todos los gobernantes latinoamericanos deberían entender que la agresión imperialista contra Caracas erosiona la soberanía de todos los demás países del hemisferio y que rechazar el intervencionismo es un asunto de seguridad nacional, dignidad, patriotismo bien entendido y, en
última instancia, de supervivencia.
La administración de Trump sostiene que ejecutará operaciones contra el narcotráfico internacional, sin mencionar en ningún momento la posibilidad de invadir Venezuela. Pero la movilización de tres destructores lanzamisiles y 4 mil marines, a los que se les suman otros dos buques, coincide con el aumento de la recompensa a 50 millones de dólares por la captura de Maduro y la declaratoria como organización terrorista del llamado “Cartel de los Soles” una desconocida narcobanda que según Trump encabeza el presidente venezolano.
La representación de Venezuela ante la ONU reclamó el cese del despliegue militar estadounidense, que incluye el arribo de un submarino nuclear de ataque rápido y un crucero lanzamisiles a aguas cercanas a Venezuela y denunció la acción como una “escalada de amenazas” y exigió garantías claras de Washington de que no usará armas nucleares en la región.
El gobierno venezolano considera que la operación pone en peligro la paz y contradice los tratados internacionales, especialmente el Tratado de Tlatelolco que prohíbe armas nucleares en América Latina. La misión venezolana también exhortó a otros países de la ONU a defender el carácter «desnuclearizado» y de «zona de paz» de la región.
El patio trasero
No hay información clara de adonde o cuándo llegará la flota estadounidense al Caribe sur. Trump impulsó en su primer gobierno (2017-2021) una política de máxima presión contra Maduro, con una batería de sanciones que incluyó un embargo petrolero aún vigente. En su segundo gobierno, sin embargo, inició contactos tempranos con el
chavismo para coordinar la deportación de venezolanos sin documentos en Estados Unidos.
De hecho, los aviones con deportados no pararon de llegar a Venezuela a propósito de la tensión. Lo mismo ocurre con el petróleo. Después de ordenar la suspensión de operaciones del gigante Chevron, Trump autorizó la renovación de un permiso especial que evade el embargo. «Todos los días pendiente de un barco y la verdad es que los barcos que están saliendo son los de petróleo, algunos de ellos salieron de Chevron para los Estados Unidos», apuntó la vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez.
En el pivote del relato de la Casa Blanca está el Cartel de los Soles. El inasible ( ¿o imaginario?) cartel de la droga capitaneado por generales venezolanos, que tienen soles en sus charreteras. Se trata de una construcción mediática que comenzó en 2014, y que aparece y desaparece de los titulares según la conveniencia del momento.
EE.UU. blandió la “amenaza” del Cartel de los Soles en 2020, cuando naufragaba el experimento del «presidente» Juan Guaidó, promovido por los halcones de Washington en la primera administración Trump para acabar con el gobierno de Maduro. Fracaso de por medio, la narrativa casi desapareció hasta ahora, cuando la retomó el furibundo antilatinoamericanista Marco Rubio en el Departamento de Estado.
Para preparar el terreno al ¿eventual? despliegue de marines en el Caribe Sur, Estados Unidos duplicó la recompensa sobre Maduro y blindó el discurso contra Caracas. Esto mientras, paradójicamente, se restablecían las operaciones de la petrolera estadounidense Chevron en Venezuela. Así, en esta semana que pasó, los únicos buques “gringos” en aguas venezolanas fueron los tanqueros de Chevron.
La reacción regional
A diferencia de la embestida anterior, en 2020, ahora la amenaza estadounidense encendió luces rojas en varios tableros en el subcontinente. Además de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestramérica (ALBA) en cumbre presidencial remota, la movida de la Casa Blanca sumó cuestionamientos en Colombia, México y Brasil.
El más enfático fue el principal vecino de Venezuela, Colombia. Gustavo Petro, presidente colombiano, dijo: «Los gringos están en la olla (al horno) si piensan que invadiendo Venezuela resuelven su problema». Advirtió que una intervención convertiría a Venezuela en una nueva Siria. Y que arrastrarían a Colombia a lo mismo.
Venezuela y Brasil abogan por el fin «inmediato» de las «agresiones» de Estados Unidos contra América latina y el Caribe, dijo el canciller venezolano, Yván Gil, tras una llamada telefónica con su par brasileño, Mauro Vieira. Gil aseguró que se trata de una «amenaza nunca antes vista» en la región y de una «abierta violación de la zona de paz proclamada por la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) en 2014 y del Tratado de Tlatelolco de 1967»
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró el martes la postura histórica de su país contra toda forma de intervención extranjera en Venezuela. Durante su conferencia habitual matutina, la mandataria subrayó: «Nosotros nunca vamos a estar a favor de la intervención de un gobierno extranjero en un país soberano. Y repito, ni siquiera es solo por convicción propia, sino que esa debe ser la posición de cualquier presidente de México, porque está en la Constitución».
Amenaza nuclear
«Venezuela ha sido amenazada con un submarino nuclear, se ha violado el Tratado de Tlatelolco que prohíbe la movilización, la utilización y la fabricación de armas nucleares en todo el territorio de América Latina y el Caribe» afirmó en declaraciones transmitidas por el canal estatal Venezolana de Televisión, Nicolás Maduro. Además señaló que «nunca se había amenazado a ningún país» de la región «con un submarino nuclear».
«No le bajamos la mirada a nadie, ni hoy ni nunca, no le bajamos la cara a nadie, no nos creemos más que nadie porque no somos supremacistas, pero no aceptamos el supremacismo de nadie», expresó Maduro, quien, en ese sentido, agregó que a Venezuela «no la va a parar nadie». El gobierno anunció que habrá «más de mil puntos» de alistamiento de milicianos el viernes y sábado próximos, con el fin de incrementar el registro de voluntarios convocado por el gobierno.
El informe de la ONU
Pino Arlacci, quien fuera Vicesecretario general de Naciones Unidas y Director ejecutivo de la UNODC, el programa antidrogas y anticrimen de la ONU, señala que se trata de la gran farsa contra Venezuela: la geopolítica del petróleo disfrazada de lucha antidrogas, y deja en claro que el informe 2025 del organismo «es cristalino, y debería avergonzar a quienes han construido la retórica de la demonización de Venezuela».
El informe solo menciona mínimamente a Venezuela, afirmando que «una fracción marginal de la producción de droga colombiana pasa por el país hacia Estados Unidos y Europa. Venezuela, según la ONU, ha consolidado su posición como territorio libre de cultivos de hoja de coca, marihuana y similares, así como de la presencia de cárteles criminales internacionales».
Añade que el documento no hace sino confirmar los 30 reportes anuales anteriores, que no mencionan el narcotráfico venezolano porque simplemente no existe. Solo el 5% de la droga colombiana transita por Venezuela. Para poner esto en perspectiva: en 2018, mientras 210 toneladas de cocaína cruzaban Venezuela, 2.370 toneladas, diez veces más, se producían o comerciaban desde Colombia, y 1.400 toneladas desde Guatemala, un corredor de droga siete veces más importante que el temido «narcoestado» bolivariano.
Pero nadie lo menciona porque Guatemala históricamente carece de petróleo, la única droga no natural que interesa a Trump.
Colectivo del Observatorio en Comunicación y Democracia (Comunican), Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA)
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
La limpieza étnica y la violencia del sionismo en Cisjordania tras casi dos años de genocidio en Gaza
Desde enero de 2025 alrededor de 40.000 palestinos y palestinas han sido desplazados de sus hogares en los campamentos del norte de Cisjordania por las violentas incursiones de las fuerzas israelíes.
En octubre se cumplen dos años del inicio de genocidio en Gaza. Dos años en los que la comunidad internacional no ha frenado a Israel, no ha impuesto sanciones contundentes, y en los que gran parte de los Estados no han cortado relaciones diplomáticas, comerciales y de compraventa de armas. Entre ellos, el Estado español, que todavía no ha aprobado un embargo integral de armas, después de 93 Consejos de Ministros.
Israel asesina en Gaza ante los ojos de todo el mundo. Un genocidio documentado que continúa. Según el Ministerio de Sanidad del enclave, a finales de agosto, Israel había asesinado a 62.895 personas, entre ellas, cientos de periodistas, fotógrafos, personal sanitario y trabajadores humanitarios.
Redadas y ataques en Cisjordania y Jerusalén
Mientras, en Cisjordania y en Jerusalén, las vulneraciones de derechos humanos del sionismo tampoco frenan. El pasado martes 26 de agosto las tropas israelíes llevaron a cabo una violenta incursión y redada en la ciudad de Ramallah y el-Bireh, en la que, al menos 58 personas resultaron heridas. Entre ellas, según informó Al Jazeera, se encontraba un niño alcanzado por munición, que fue operado tras recibir una herida en el abdomen. La Palestine Red Crescent Society (PRCS) informaba que ocho personas habían sido alcanzadas con balas reales, 14 con balas de acero recubiertas de goma, incluido un hombre de 71 años, y cinco resultaron heridas por metralla.
El Ministerio de Exteriores palestino señalaba en su cuenta de X que la “bárbara” redada “supone una continuación de cambiar el ‘statu quo’ y perpetuar los crímenes de genocidio, desplazamiento, hambre y anexión” por parte de las autoridades israelíes.
Al día siguiente, el miércoles 27 de agosto, las fuerzas del ejército israelí irrumpieron en Nablus y al menos 80 personas resultaron heridas, varias de ellas por disparos de munición real, según fuentes médicas, que comunicaron estas cifras a Al Jazeera. Los soldados “asaltaron y registraron casas y tiendas dentro de la Ciudad Vieja, mientras que algunas viviendas fueron convertidas en puestos militares”, denunciaba Ghassan Hamdan, jefe de la organización Palestina de Ayuda Médica en Nablus para Al Jazeera.
Es fundamental recordar que hace tan solo unos días el Gobierno israelí aprobó un macroproyecto de asentamientos que pretende dividir todavía más Cisjordania. Uno de los asentamientos, según Democracy Now, contempla la construcción de 3.400 nuevas viviendas y romperá uno de los pocos enlaces geográficos entre Ramallah, en el norte, y ciudades del sur, incluida Belén.
Violencia, detenciones y abusos
Las vulneraciones de derechos humanos en Cisjordania y Jerusalén son constantes y la vida está absolutamente marcada por la violencia, las detenciones, los abusos en los checkpoints, el desplazamiento y las políticas de apartheid israelíes.
Como explica la UNRWA, la violencia continúa avanzando de manera muy alarmante y la población está sufriendo ataques y desplazamientos forzosos de manera continuada. Se trata de las mayores cifras de desplazamiento desde 1967. Según la UNRWA, desde octubre de 2023 más de 960 personas han sido asesinadas por las fuerzas israelíes o por colonos en Cisjordania. Desde enero de 2025 alrededor de 40.000 palestinos y palestinas han sido desplazados de sus hogares en los campamentos del norte de Cisjordania por las violentas incursiones de las fuerzas israelíes; y 2.895 han sido desplazadas debido a la violencia de los colonos y las restricciones de acceso.
“Las fuerzas israelíes han empleado con frecuencia una fuerza innecesaria o desproporcionada, incluida la fuerza letal, contra palestinos que no representaban una amenaza inminente para la vida”, ha alertado Volker Türk, el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En cuanto a la violencia ejercida por colonos, como señala la UNRWA, solo en las dos primeras semanas de julio, colonos israelíes hirieron a 88 personas palestinas, la mayoría agredidas físicamente. El 28 de julio de 2025, en Um al-Kheir, en las colinas del sur de Hebrón, un colono disparó y asesinó al activista Awdah al-Hathaleen.
Las demoliciones como política sistemática del apartheid y limpieza étnica israelí también han continuado mientras miramos hacia Gaza. Según datos del Palestinian Centre for Human Rights (PCHR), las fuerzas de ocupación destruyeron 66 instalaciones en Cisjordania durante el mes de julio. Los ataques terrestres en las ciudades y campos de personas refugiadas causaron una destrucción extensa de infraestructuras, calles, tuberías de agua, líneas telefónicas y eléctricas en los campos de Jenin, nur Shams y Tulkarem, al este de Tulkarm y Ramallah.

Esta política de asentamientos, limpieza étnica y apartheid es la base sistemática con la que Israel ha operado durante más de 75 años; una continuación de la política imperialista y colonialista que se representa en el genocidio al pueblo gazatí y en las vulneraciones continuas de derechos humanos también en Cisjordania.
Hace un año, en julio de 2024, la Corte Internacional de Justicia declaraba que la ocupación y anexión de los territorios palestinos por parte de Israel es ilegal; y que sus leyes y políticas discriminan a la población palestina y vulneran la prohibición de la segregación racial y del apartheid. En julio de 2004, la CIJ emitió una primera opinión consultiva en la que concluyó que había que detener la construcción del muro de separación dentro de los Territorios Palestinos Ocupados (TPO) porque era contraria al derecho internacional. Todo ello en base a múltiples resoluciones de la ONU, en las que se considera que los asentamientos israelíes en los territorios ocupados son ilegales y una violación del derecho internacional.
Tal y como ocurre en Gaza, en Cisjordania Israel viola sistemáticamente y, hasta el momento, impunemente, el derecho internacional: sigue aprobando planes para construir asentamientos ilegales, los colonos siguen violentando, amenazando y asesinando, las fuerzas de ocupación siguen destruyendo viviendas e infraestructuras y se sigue deteniendo a personas de manera arbitraria. En este sentido, según la asociación Addameer, desde el inicio del genocidio, se han arrestado a, al menos, 18.500 personas, incluyendo a 570 mujeres y 1.500 niños y niñas.
Por todo ello resulta imperativo y fundamental seguir denunciando el genocidio en Gaza y las violaciones de derechos humanos que suceden, también, día a día en Cisjordania; porque la ocupación sionista y las políticas de apartheid israelíes violan cada día los derechos humanos del pueblo palestino.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/ocupacion-israeli/limpieza-etnica-violencia-del-sionismo-cisjordania-casi-dos-anos-genocidio-gaza
La disputa ideológica se libra en las bases populares
En este artículo el autor reflexiona sobre la necesidad de acercarse a los «enormes contingentes de trabajadores han sido relegados a su soledad en sus precarias viviendas» que se sienten atraídos por los discursos de las iglesias neopentecostales y fascistas.
Una vez más, quería plantear una preocupación que ya me he aventurado a abordar en diversas otras ocasiones. Me refiero a la disputa ideológica en los sectores populares para que éstos asuman un papel decisivo y determinante en el proceso político del país.
Aunque el cuadro de deterioro de las condiciones de vida en Brasil nos ha dejado claro que no se vislumbra otra salida para nuestra catástrofe social fuera del socialismo, nos ha sido mucho más difícil identificar cuáles sectores del campo popular están aptos para encabezar el proceso de luchas con este objetivo.
En mi entender, la principal dificultad en cuanto a este aspecto se deriva de las características que han prevalecido en la evolución del funcionamiento de las economías capitalistas en las últimas décadas, con un irrefrenable avance de la digitalización, tanto en el efectivo proceso de producción, como en las demás actividades correlatas.
Para los que, como yo, buscamos analizar el panorama desde una óptica marxista, solía sernos más o menos fácil visualizar en la clase obrera industrial el sector preponderante en la conducción de las luchas en favor del socialismo. Esta comprensión nos llegaba casi de manera natural, en función de la tendencia prevaleciente en el capitalismo de hasta hace muy poco. Es que, el desarrollo de la producción implicaba casi directamente la reunión de grandes números de trabajadores, en enormes plantas industriales, donde cada uno solía percibirse y sentirse como parte integrante de un colectivo, que actuaba dentro de un espíritu complementario y solidario.
Por lo tanto, no era nada del otro mundo para estos trabajadores saltar de esta percepción del día a día de su vida al reconocimiento de la importancia de construir una sociedad en la que la colectividad también fuera la prioridad, o sea, una sociedad socialista.
Sin embargo, con la creciente intensificación del uso de la informática en las actividades económicas en general, las características de la clase trabajadora también han sufrido fuertes alteraciones. El proletariado industrial ha perdido mucho de su expresividad numérica y, actualmente, casi no existen aquellas plantas fabriles con decenas de miles de obreros trabajando lado a lado.
En contrapartida, una significativa porción de los trabajadores ha dejado de ser asalariada para ingresar en la llamada “uberización”, en calidad de autónomos, con la consiguiente pérdida de la mayoría de los derechos que habían sido conquistados por sus antecesores a lo largo de siglos de luchas.
Como consecuencia de todos esos factores surgidos a raíz de la acentuada informatización de nuestra economía, se invirtió la tendencia que venía predominando desde los inicios de la Revolución Industrial. Ahora, en lugar de su aglomeración en plantas cada vez más numerosas, muchos de los trabajadores son inducidos a buscar alternativas individuales de supervivencia económica.
Además de los impactos relacionados con la disminución de su capacidad de resistencia ante los grandes capitalistas, esta nueva tendencia genera enormes problemas de carácter ideológico. Al tener que adaptarse a una situación en la que se ve de forma aislada respecto al conjunto, cada trabajador se convierte en un blanco más fácil para las visiones ideológicas que pregonan y promueven el individualismo como solución de vida.
Y los agentes ideológicos que sirven a los intereses de los grandes explotadores operan en este entorno, a sabiendas de que la realidad circundante oscurece la visión de los trabajadores. Y eso les reduce su conciencia sobre la relevancia de la unidad de fuerzas para lograr cambios. El objetivo de las clases dominantes no es otro que mantener a las masas de explotados incapacitadas para reaccionar y encontrar salidas del estado de completa sumisión en el que se encuentran.
En Brasil, el trabajo ideológico en favor del imperialismo estadounidense y del gran capital tiene en su primera línea a las llamadas iglesias neopentecostales. A pesar de ser enemigas mortales de todo lo que el legado de vida de Jesús significa, estas mal llamadas iglesias se apropian de su nombre para hacer la defensa de toda la podredumbre de extrema derecha que caracteriza al nazismo-fascismo-bolsonarismo. Por eso, no hay forma de emprender la lucha por la justicia social para la mayoría de los trabajadores sin enfrentar ideológicamente el neonazismo bolsonarista-neopentecostal.
En las nuevas condiciones surgidas del capitalismo de la era de la informatización, enormes contingentes de trabajadores han sido relegados a su soledad en sus precarias viviendas. Como esas personas se encuentran en situación de gran vulnerabilidad y se ven solas ante su sufrimiento, esas iglesias del gran capital se aprovechan para atraerlos hacia propuestas del más perverso individualismo y egoísmo.
Por eso, las organizaciones políticas que pretenden representar los intereses profundos del pueblo trabajador no pueden seguir dejándoles a esas corrientes pseudo-religiosas de extrema derecha el campo libre para su actuación. Evidentemente, de nuestra parte, ¡también urge reforzarles a los trabajadores la convicción de que la meta a alcanzar es la construcción del socialismo! Aunque el trabajo militante junto a los obreros en sus fábricas siga siendo correcto e indispensable, necesitamos entender que hay muchísimos otros trabajadores en condiciones muy diferentes al entorno fabril. Es nuestro deber ir a su encuentro allí donde pueden ser encontrados, es decir, junto a sus lugares de vivienda. Eso es lo que están haciendo los ideólogos del gran capital a través de dichas iglesias neopentecostales.
Traducido del portugués para Rebelión por el propio autor.
Fuente: https://www.viomundo.com.br/politica/jair-de-souza-a-disputa-ideologica-se-trava-nas-bases-populares.html
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