La imagen de EEUU y la mayor parte de la Europa democr谩tica pierde autoridad moral y queda arrasada por su incapacidad para pedir alto y claro el fin de la masacre en Gaza
En su discurso del pasado s谩bado, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, apel贸 a “una guerra santa de aniquilaci贸n”, a “realizar la profec铆a” y a “recordar lo que Amalek os ha hecho”. Amalek es en la Biblia hebrea la naci贸n enemiga del pueblo jud铆o, cuyo exterminio se presenta como ley divina en el pasaje de Samuel 15:3:
“Ahora vayan y at谩quenlos y destruyan absolutamente todo lo que tengan y no los perdonen, pero m谩tenlos, tanto a hombres como a mujeres, infantes y lactantes, bueyes y ovejas, camellos y burros”. Recientemente tambi茅n se refiri贸 a Israel como “el pueblo de la luz” frente al “pueblo de la oscuridad”.
Este es el modo que el mandatario israel铆 elige para referirse a la operaci贸n militar en Gaza que ha provocado ya una masacre sin precedentes en la Franja, con miles de muertos, m谩s de tres mil menores. Y esta es la estrategia que ha elegido respaldar sin fisuras la mayor parte de la comunidad internacional occidental, con Estados Unidos a la cabeza, configurando una foto hist贸rica que se hizo patente en la votaci贸n de la pasada semana en la Asamblea General de Naciones Unidas.
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