Guerras comerciales: lecciones del pasado para un presente incierto


 El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca ha reavivado el fantasma de los nacionalismos econ贸micos y las guerras comerciales a escala global.

Las pol铆ticas comerciales proteccionistas pueden servir, te贸ricamente, para impulsar la industria nacional y preservar el empleo, pero siempre a cambio de limitar el est铆mulo de la competencia internacional y perjudicar a los consumidores nacionales. Al final, se trata siempre de una transferencia del consumidor al productor.

Sin embargo, dichas pol铆ticas han resultado ser una tentaci贸n permanente para muchos gobiernos a lo largo de la historia. En este art铆culo vamos a ofrecer algunos ejemplos relacionados con determinados contextos que favorecieron el incremento de la hostilidad comercial entre Estados.

Empobrecer al vecino no beneficia a nadie

En la etapa moderna, tras la expansi贸n ultramarina europea y la formaci贸n de imperios coloniales, se consolidaron doctrinas econ贸micas fundamentadas en la protecci贸n de sectores productivos estrat茅gicos. El sistema de flotas, el control estricto de la actividad manufacturera, los monopolios comerciales, la exclusividad colonial y el objetivo de acumulaci贸n de metales preciosos para la financiaci贸n de la guerra formaban parte del engranaje econ贸mico en dicha era.

Al considerar la actividad comercial como un juego de suma cero –lo que un pa铆s gana otro debe perderlo– la realidad es que nadie dudaba de que esa fuera la forma correcta de actuar.

Los te贸ricos del emergente liberalismo econ贸mico, encabezados por Adam Smith, criticaron fuertemente este planteamiento. Seg煤n las nuevas ideas, la liberaci贸n de los factores productivos (recursos, mano de obra, capital, organizaci贸n empresarial) y las ventajas naturales de la especializaci贸n (ventaja comparativa) impulsar铆an la productividad y las ganancias ser铆an generales para todos los agentes comerciales.

El desarrollo de una actividad comercial sin restricciones impulsar铆a, por tanto, el crecimiento armonioso de las econom铆as nacionales, la generaci贸n de riqueza y las relaciones de amistad entre los pueblos.

La primera globalizaci贸n y el triunfo del librecambio

En un mundo en transformaci贸n –impulsado por los avances cient铆ficos de la incipiente era industrial y el final de las guerras napole贸nicas–, la nueva doctrina liberal pudo expandirse gracias al paraguas de la Pax Britannica.

El siglo XIX fund贸 sus bases sobre la consolidaci贸n del liberalismo econ贸mico, el uso del patr贸n oro para organizar el sistema monetario global, la estandarizaci贸n de los procesos productivos y la difusi贸n del conocimiento cient铆fico, apoyado todo sobre la progresiva extensi贸n del Estado liberal.

La tasa de crecimiento econ贸mico anual mundial se multiplic贸 por diez, mientras que el comercio internacional, en plena era del vapor, el tel茅grafo y el ferrocarril, se situ贸 en un ritmo anual del 5 %. La econom铆a crec铆a a un ritmo nunca visto pero la tasa de ganancia y los procesos de acumulaci贸n de la riqueza generaban sociedades profundamente desiguales. M谩s a煤n, en el 煤ltimo tercio del siglo XIX las grandes naciones industriales se lanzaron a la aventura imperial colonizando amplias regiones del mundo.

La idea del progreso se alineaba con el crecimiento impulsado por el movimiento comercial y los acuerdos multilaterales entre los pa铆ses que lideraban la expansi贸n imperial. Pese a las crecientes desigualdades a nivel nacional e internacional, la integraci贸n econ贸mica internacional parec铆a empujar a dichas naciones hacia un estadio superior de bienestar material.

El fulgurante ascenso alem谩n y estadounidense en sectores emergentes relacionados con la industria qu铆mica, la electricidad y la automoci贸n provocaron que Gran Breta帽a, protagonista solitario de la primera revoluci贸n industrial, se encontrara con nuevos y poderosos competidores amenazando su hegemon铆a.

Dichos competidores comenzaban a defender planteamientos comerciales distintos a los del l铆der, abogando por establecer pol铆ticas proteccionistas que permitiesen desarrollar sectores econ贸micos estrat茅gicos bajo el argumento de la defensa de las industrias nacientes.

Alemania y Estados Unidos comenzaron a defender la opci贸n estrat茅gica de utilizar el proteccionismo para alcanzar un cierto grado de competitividad que les permitiera optar luego por el librecambio. Pero las tensiones proteccionistas se fueron incrementando en la medida en que se establec铆an nuevos aranceles. El nacionalismo imperialista y la competencia industrial impulsaron las rivalidades entre pa铆ses que, finalmente, entraron en guerra en el verano de 1914.   

Las finanzas de Momo: los costos del carnaval uruguayo


 Siempre se dijo que el carnaval, despu茅s del f煤tbol, es la segunda fiesta popular de los uruguayos en materia de convocatoria. Pero cifras reveladas en el 2020 por la asociaci贸n que nuclea a los directores de conjuntos de carnaval (Daecpu) dan cuenta de que la fiesta de Momo llega a vender una cifra cercana a 1.800.000 tickets por per铆odo carnavalero. El f煤tbol queda en un segundo escal贸n con 1.100.000 entradas vendidas durante todo un a帽o de competencias.   

Encuentran restos de pesticidas en vinos de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay


Investigaci贸n realizada en Brasil encontr贸 pesticidas en vinos Merlot y Cabernet Sauvignon de los cuatro pa铆ses; el fungicida Tebuconazol se encontr贸 en mayores cantidades en los vinos de Brasil, mientras que los vinos uruguayos fueron los que registraron mayor presencia del fungicida Carbendazima.


La estafa impulsada por el presidente Javier Milei alcanz贸 entre 70 y 100 millones de d贸lares


Entre las 19:01 y las 00:38 de la noche del viernes 14 de febrero de 2025, el presidente de la Naci贸n Javier Milei impuls贸 y promocion贸 una estafa virtual que afect贸 a miles de personas alrededor del mundo.

Fueron m谩s de 5 horas y media en las cuales los m谩s fieles seguidores libertarios rogaban a las fuerzas del cielo que se tratara de un hackeo a las cuentas de redes sociales del m谩ximo responsable del Estado argentino. Ocurre que si no era un hackeo, era una estafa.       

Presidente Lula da Silva: Trump «no fue elegido para gobernar el mundo»


 Los anuncios realizados por el presidente estadounidense Donald Trump sobre el territorio de la Franja de Gaza y el desplazamiento de los palestinos de dicho territorio fueron duramente criticados por el presidente brasile帽o, Luiz In谩cio Lula da Silva.

“Nadie va a hacer un lugar hermoso sobre miles de cad谩veres de mujeres y ni帽os”, dijo Lula en una entrevista radial en el estado de Bah铆a.

El mandatario brasile帽o, tuvo expresiones cr铆ticas respecto a las amenzas relizadas por la administraci贸n Trump de “anexar y ocupar otros pa铆ses y territorios, como Groenlandia y el Canal de Panam谩”, inform贸 el portal de noticias MercoPress.    

El peligro de la criminalidad transnacional h铆brida: el narcoterrorismo


 El 22 de diciembre pasado, en una actividad de la “Turning Point Action” en Phoenix, Arizona, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunci贸 que pretende incorporar a la lista de organizaciones terroristas a los c谩rteles mexicanos. Obviamente eso gener贸 un gran revuelo. La decisi贸n de Trump, en caso de aplicarse, le dar铆a a Estados Unidos posibilidades de distinto tipo frente a los c谩rteles, desde incursiones militares selectivas hasta congelamiento de fondos tanto a las organizaciones delictivas como a quienes se considere son agentes colaboradores o patrocinadores.    

Una pedrada en la cabeza a la entrada del para铆so


El Jard铆n Bot谩nico de Montevideo es una isla de frescura en estos d铆as de enero. Espacio 煤nico en la ciudad por su ubicaci贸n y hermosura, casi siempre hay decenas de personas, acaso cientos, que descansan y pasan el rato en el Bot谩nico. Familias con ni帽os, se帽oras y se帽ores con sus caniches, sillas plegables, un saxofonista a la gorra. Muchos llegan en sus veh铆culos particulares desde otros barrios, estacionan y luego ingresan y se acomodan en el pasto, toman mate, conversan. Otra forma de veranear, con entrada libre y gratuita. Es un punto de reuni贸n lleno de verdor y tranquilidad, un discreto para铆so urbano.     

Feliza Bursztyn, la artista colombiana "que muri贸 de tristeza" mientras cenaba con su marido y Garc铆a M谩rquez en Par铆s



El escritor colombiano Juan Gabriel V谩squez quiso explorar si una muerte as铆 era posible.


En su 煤ltima novela, "Los nombres de Feliza", el reconocido autor indaga en la vida de esta mujer que rompi贸 con todos los convencionalismos para ser libre, pero tambi茅n retrata un pa铆s y una 茅poca de violencia y convulsi贸n social que desat贸 una enorme fertilidad creativa en la literatura y las artes.


Producto de ese tiempo fue Gabriel Garc铆a M谩rquez, amigo de la escultora, uno de los comensales de esa 煤ltima cena de Feliza en 1981 y autor de la autopsia literaria que despert贸 la curiosidad de V谩squez.
 

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Lula: "O mantenemos la democracia funcionando o tendremos Estados autoritarios m谩s que Hitler"




El presidente de Brasil, Luiz In谩cio Lula da Silva, exhort贸 este jueves a defender la democracia en el planeta antes de calificarlo como "lo m谩s importante", no solo para su pa铆s sino para el resto de naciones.

"Para m铆, la democracia es lo m谩s importante en la humanidad en este momento, no solo en Brasil. La democracia es lo m谩s importante. O mantenemos la democracia funcionando o tendremos Estados autoritarios, m谩s que Hitler y el fascismo", afirm贸 en conferencia en
prensa. 

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EL CAMBIO CLIM脕TICO COMO LUCHA DE CLASES

El cambio clim谩tico es una cuesti贸n de clase porque una parte importante de las emisiones recae sobre una minor铆a empresarial. Seg煤n el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim谩tico (IPCC), la producci贸n el茅ctrica y t茅rmica supone un veinticinco por ciento de los gases de efecto invernadero en emisiones directas; por su parte, el sector industrial representa m谩s de un cincuenta por ciento del consumo global de energ铆a, seg煤n la Energy Information Agency (2018). Por tanto, la crisis clim谩tica no se solucionar谩 con mejoras graduales en nuestros estilos de vida ni con donaciones puntuales para compensar la huella de carbono. De acuerdo con Matthew T. Huber en El futuro de la revoluci贸n (Errata Naturae, 2024), la 煤nica forma eficaz de encarar el problema es enfrentarse a un sistema capitalista desbocado que agrava la emergencia clim谩tica. El futuro de la revoluci贸n pasa por entender que el cambio clim谩tico es una cuesti贸n de lucha de clases. Y la lucha de clases implica, entre otras cosas, el fortalecimiento de la conciencia obrera y de los sindicatos. Huber es profesor de Geograf铆a en la Universidad de Siracusa y entre sus libros tambi茅n destaca Lifeblood: Oil, Freedom, and the Forces of Capital (2013). La entrevista la realiz贸 Andr茅s Lome帽a para Sin Permiso.

ANDR脡S LOME脩A: Los incendios en Los 脕ngeles no han distinguido entre viviendas humildes y viviendas de personas adineradas. Al parecer, hab铆a m谩s estaciones de bomberos en los a帽os sesenta que ahora y como no hay bomberos suficientes, est谩n contratando a presos por menos de treinta d贸lares al d铆a. Para m铆 es una prueba m谩s sobre la importancia de lo p煤blico y el poder de las infraestructuras sociales. Quiero pensar que se va a aprender algo tras esta tragedia.

MATTHEW T. HUBER: Dudo mucho que esta crisis vaya a ser la que nos ense帽e a actuar en el cambio clim谩tico. Las crisis siguen produci茅ndose, pero la inacci贸n relativa contin煤a. El problema es que estos desastres, aun siendo horribles, a煤n afectan a relativamente poca gente, y el cambio clim谩tico requiere una movilizaci贸n social que implique una pol铆tica inspiradora para millones de personas, tanto si estas han experimentado desastres clim谩ticos como si no.

Tienes toda la raz贸n a la hora de se帽alar la importancia de las infraestructuras p煤blicas. El cambio clim谩tico es un problema de inversi贸n en infraestructura p煤blica en todos los frentes que tiene abiertos. Es como si lo hubi茅ramos olvidado despu茅s de d茅cadas de austeridad neoliberal, pero tradicionalmente solo el sector p煤blico es el que est谩 interesado en invertir en infraestructuras a largo plazo porque no es algo particularmente rentable para el capital. Tal y como muestra Brett Christophers en su nuevo libro The Price is Wrong, esperamos que de alguna forma el sector privado lleve a cabo la transici贸n energ茅tica por nosotros (y no es ninguna sorpresa que lo vean como algo poco rentable). La electricidad en particular conlleva grandes inversiones de capital fijo a largo plazo en la transmisi贸n de energ铆a y en las centrales el茅ctricas.

Adem谩s, la adaptaci贸n al clima tambi茅n tiene que ver con invertir en infraestructuras p煤blicas como bomberos, control de inundaciones y otras formas de seguridad. En Estados Unidos, tal y como muestra el proyecto The Living New Deal, hemos vivido casi un siglo de inversiones en infraestructuras p煤blicas. El que todo se est茅 desmoronando y el cambio clim谩tico solo intensifica la necesidad de reconstruir la econom铆a pol铆tica para orientarla a los bienes p煤blicos. Desgraciadamente, la “Bidenconom铆a” no ha sido eso: se usaron fondos p煤blicos para subvencionar soluciones a los mercados privados tanto desde la perspectiva de la inversi贸n como desde el punto de vista del consumidor.  

Victoria del Frente Amplio en Uruguay


 
Viajando por un sue帽o

En Uruguay no existe el sufragio consular. En cada elecci贸n, entonces, miles de uruguayos residentes en Argentina tienen que cruzar el r铆o para votar. Laura Malosetti Costa viaj贸 dos veces este a帽o para elegir presidente y, de regreso a Buenos Aires, envuelta en un movimiento de solidaridad y de fortalecimiento de v铆nculos afectivos a lo largo del tiempo y la distancia, comparte su alegr铆a por la victoria del Frente Amplio.      SEGUIR LEYENDO AC脕

En memoria de Patrice Lumumba asesinado el 17 de enero de 1961




El 17 de enero de 2025, se conmemora el 64潞 aniversario del asesinato de Patrice Lumumba (1925-1961).


Tras una resonante victoria en las primeras verdaderas elecciones en las que participaron las y los congole帽os, Patrice Lumumba se convirti贸 en Primer Ministro del Congo desde el 24 de junio de 1960 hasta su derrocamiento y encarcelamiento el 14 de septiembre del mismo a帽o por el militar Joseph-D茅sir茅 Mobutu y sus partidarios. Este 煤ltimo gobern贸 el pa铆s, primero bajo mano y luego directamente desde 1965 hasta su derrocamiento en 1997.

“Ludo De Witte: Lumumba fue v铆ctima del imperialismo. De hecho, quer铆amos continuar con el imperialismo en el Congo, reemplazar un sistema colonial por un sistema neocolonial”

El 17 de enero de 1961, Lumumba, el gran luchador por la independencia, la justicia social y el internacionalismo del Congo, fue torturado y luego ejecutado, junto con varios de sus camaradas, por l铆deres congole帽os c贸mplices de las potencias occidentales, as铆 como por la polic铆a y militares belgas. Lumumba ten铆a solo 35 a帽os y podr铆a haber seguido desempe帽ando un papel muy importante, tanto en su pa铆s, como en 脕frica y a nivel mundial.

Como escribi贸 la periodista Colette Braeckman: «Patrice Lumumba, Primer Ministro congole帽o destituido en septiembre, puesto bajo arresto domiciliario y luego detenido en Thysville, fue llevado a Katanga el 17 de enero de 1961. Cinco horas despu茅s de su llegada a suelo de Katanga, fue ejecutado junto con sus dos compa帽eros Maurice M’Polo y Robert Okito [1]».

Entre los l铆deres congole帽os que participaron directamente en el asesinato de Lumumba estaba Mois茅s Tshomb茅, proclamado presidente de la provincia congole帽a de Katanga, que se escindi贸 el 11 de julio de 1960, solo dos semanas despu茅s del comienzo de la independencia que el Congo obtuvo el 30 de junio de 1960. La secesi贸n de Katanga proclamada por Mois茅s Tshombe fue apoyada por B茅lgica y grandes empresas mineras privadas belgas muy presentes en esta parte del Congo (ver m谩s adelante) con el fin de desestabilizar al gobierno del Primer Ministro Patrice Lumumba.

Al menos cinco polic铆as y militares belgas estaban tambi茅n presentes en el momento del asesinato. Joseph-D茅sir茅 Mobutu, uno de los principales responsables congole帽os en el asesinato de Lumumba, no estuvo presente en el lugar el d铆a del asesinato que tuvo lugar en el Este mientras estaba en el oeste del pa铆s, en la capital.    

EL 脷LTIMO RINC脫N DE SUDAM脡RICA


 
Los dos pa铆ses m谩s j贸venes de la regi贸n y el 煤ltimo enclave europeo en el continente americano, escondidos entre Brasil y Venezuela, est谩n hoy entre los territorios m谩s codiciados del mundo. Los recientes hallazgos de una enorme reserva petrol铆fera pueden cambiar el mapa geopol铆tico en los pr贸ximos a帽os, en una zona extra帽a y desconocida para el resto del continente. Una base espacial en medio de la selva, infestada por la mafia de los buscadores de oro, y la amenaza del colapso ambiental, son el tel贸n de fondo de un territorio donde conviven hind煤es y descendientes de esclavos africanos con inmigrantes chinos, 谩rabes y de exiliados de pa铆ses en guerra. Ernesto Picco recorri贸 por tierra y agua los tres pa铆ses. Convers贸 con l铆deres sociales, cient铆ficos, funcionarios y gente de la calle para conocer las historias que se esconden en el 煤ltimo rinc贸n de Sudam茅rica.  

De Lula a Milei: la encrucijada definitiva de Mercosur en Uruguay




La fundaci贸n del Mercado Com煤n del Sur (Mercosur) en los a帽os 90 represent贸 para Suram茅rica y el resto de la regi贸n un faro de esperanza en torno a un ingreso m谩s equilibrado a la globalizaci贸n imperante, en momentos en que ese proceso era visto como una imposici贸n comercial de EE.UU.

Casi a finales de siglo, en 1999, la perspectiva ante la firma de un acuerdo marco para el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Mercosur y la Uni贸n Europea (UE) abri贸 la posibilidad de una ventana para el desarrollo interregional, fuera de la tutela de Washington. Este TLC se proyectaba como un motor de bienestar para ambos bloques.    

Mujica comunica que el c谩ncer se expandi贸 por su cuerpo




Jos茅 'Pepe' Mujica, de 89 a帽os, explic贸 que el c谩ncer de es贸fago que padece, anunciado el pasado 29 de abril, se ha expandido por su cuerpo y ya no hay forma de detenerlo.

"El c谩ncer en el es贸fago me est谩 colonizando el h铆gado. No lo paro con nada. ¿Por qu茅? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades cr贸nicas. No me cabe ni un tratamiento bioqu铆mico ni la cirug铆a porque mi cuerpo no lo aguanta", dijo en una entrevista con el semanario B煤squeda en su chacra en Rinc贸n del Cerro, una zona rural ubicada en las afueras de Montevideo.              

Mujica sus reflexione sonbre la riqueza, Milei, el Peronismo


 Una canci贸n de despedida
“Estoy condenado, hasta ac谩 llegu茅”: Mujica inform贸 que su c谩ncer se expandi贸 en el cuerpo
El exmandatario asegur贸 que ya no se har谩 m谩s tratamientos: “Que me pichicateen y, cuando me toque morir, me muero”.      SEGUIR LEYENDO AC脕

«Cuando me llaman ecoterrorista respondo que nunca he trabajado para Monsanto o BP»


 Tres d铆as despu茅s de ser puesto en libertad por Dinamarca tras 150 d铆as encarcelado, el ambientalista cuenta que ya prepara nuevas campa帽as: “200 millas mar adentro es el salvaje oeste, puedes hacer lo que quieras que nadie te va a parar. Excepto nosotros”


Esta semana terminaron los cinco meses de incertidumbre para el famoso activista defensor de las ballenas, Paul Watson. Tras 150 d铆as de arresto por una orden de la Interpol, sal铆a de la c谩rcel en Nuuk, capital de Groenlandia, despu茅s de que las autoridades danesas rechazara la petici贸n de extradici贸n a Jap贸n por un incidente ocurrido en 2010. En el pa铆s asi谩tico, Watson podr铆a haberse enfrentado a 15 a帽os de c谩rcel por los delitos de entrada il铆cita en un barco, da帽os criminales y lesiones a la tripulaci贸n. Desde el principio, el conservacionista canadiense ha mantenido su inocencia y ha insistido en la motivaci贸n pol铆tica de su arresto, en la intenci贸n de Jap贸n de castigarle para mandar un mensaje al movimiento medioambiental. El caso desat贸 una oleada de apoyo internacional, recab贸 casi 400.000 firmas para pedir su liberaci贸n, a la que se sumaron voces como la del presidente de Francia Emmanuel Macron, la actriz Brigitte Bardot y la primat贸loga Jane Goodall, entre otros.

Su compromiso con la protecci贸n de los oc茅anos va m谩s all谩 de la protesta. Se opone a las acciones de gobiernos y grandes corporaciones con campa帽as de “agresi贸n no violenta”, intervenciones que interrumpen la actividad del barco sin provocar da帽os f铆sicos a las tripulaciones. Ha llegado a embestir barcos, invalidar h茅lices, e incluso hundi贸 un par de balleneros en Islandia. Su m茅todo le cost贸 la salida de Greenpeace, donde fue uno de sus primeros miembros, y de Sea Shepherd, el grupo de conservaci贸n marina que cre贸 en 1977 para llevar a cabo sus acciones. A sus 74 a帽os cumplidos en prisi贸n, contin煤a realizando su labor desde la Captain Paul Watson Foundation y asegura en la entrevista con elDiario.es que “doscientas millas mar adentro es el salvaje oeste. All铆 puedes hacer lo que quieras que nadie te va a parar. Excepto nosotros”.

Arrestado al parar a repostar su embarcaci贸n de camino a la zona del Pac铆fico Norte Occidental, ten铆a previsto interceptar el ballenero m谩s grande del mundo, el japon茅s Kangei Maru, porque “cada ballena en el oc茅ano est谩 en peligro de extinci贸n”. El pa铆s nip贸n ha invertido 48 millones de d贸lares en esta embarcaci贸n que sustituye a otro gigante, conocido entre los activistas como el “matadero flotante” al que se enfrent贸 Paul Watson. Islandia, Noruega y Jap贸n mantienen la caza comercial de ballenas a pesar de la prohibici贸n global.

Aliviado tras la liberaci贸n que le permite pasar la Navidad en su casa en Francia con su mujer y sus dos hijos peque帽os, ya prepara las acciones para el nuevo a帽o.

Durante los cinco meses que ha estado en prisi贸n parece haber mantenido una actitud positiva, incluso desafiante, a pesar de la posible extradici贸n a Jap贸n donde podr铆a haberse enfrentado a una larga condena de c谩rcel. ¿Qu茅 le ha ayudado en todo este tiempo?

Indudablemente ayud贸 continuar denunciando las operaciones ilegales de cazas de ballenas por parte de Jap贸n, con el beneficio a帽adido de denunciar la matanza continuada por parte de Dinamarca y las Islas Feroe de ballenas piloto y de delfines. Me lo tom茅 como una campa帽a de cinco meses para centrar la atenci贸n en esos cr铆menes.

¿Qu茅 le parece la explicaci贸n que ha dado el gobierno dan茅s sobre su decisi贸n de no conceder la extradici贸n a Jap贸n?

Creo que por razones diplom谩ticas, Dinamarca no pod铆a entrar a valorar el historial de los derechos humanos en Jap贸n. Pero era un cargo menor, sobre un evento que ocurri贸 hace 14 a帽os. Las autoridades danesas no han recibido garant铆as de Jap贸n sobre sus intenciones tras la extradici贸n y han tomado la decisi贸n siguiendo sus propios protocolos de extradici贸n.

¿Hasta cuando seguir谩 vigente la orden de detenci贸n internacional emitida por la Interpol a petici贸n de Jap贸n?

No creo que Jap贸n vaya a retirarla, pero a principios de a帽o vamos a ir a Lyon, a las oficinas centrales de la Interpol, y les vamos a hacer frente con esto. Desde 2017, mi caso es un ejemplo de la investigaci贸n en Europa sobre el uso de la autoridad de la Interpol con motivos pol铆ticos por parte de pa铆ses como Jap贸n. Lo que yo he hecho es una forma de denuncia de pr谩cticas ilegales. Los informantes est谩n protegidos (por ley) y la Interpol deber铆a ser consciente y reconocer esto.